INTRODUCCIÓN
El
cáncer está reconocido como un importante problema de salud pública debido a la
alta frecuencia de casos y a su impacto económico, siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el
mundo, y la incidencia aumenta de forma exponencial con la edad gracias a la
elevación de la expectativa de vida. (1) Por definición el paciente con cáncer es un
paciente inmunodeprimido, donde
el 90% de las muertes son debido a la progresión de la enfermedad, a las
metástasis y no al tumor primario, gracias a la evolución natural de la
enfermedad, que se puede ver acelerada por la inmunosupresión e
inflamación sobreañadida tras procederes invasivos como cualquier acto
quirúrgico gracias a que los mediadores propios de la inflamación tienen acciones
angiogénicas, y con ello pueden crear el medio propicio para la recidiva
tumoral. Por lo que el período perioperatorio es crítico en los desenlaces
desde corto a largo plazo y en lo que respecta al acto anestésico, la
naturaleza de la respuesta inflamatoria e inmune se produce por el daño tisular
directo de la cirugía. (2) Sin embargo, la importancia para nosotros, los
anestesiólogos, es que la anestesia puede modificarla. (3)
Ahora bien, partiendo del conocimiento
que la anestesia general busca garantizar hipnosis, inmovilidad, analgesia y
protección neurovegetativa; para permitir realizar cualquier procedimiento
diagnóstico y/o terapéutico. (4) Aunado a ello tenemos también que la anestesia o la analgesia
regional bloquean las aferencias nociceptivas intraoperatorias de forma
pre-eventiva y disminuyen o eliminan el dolor agudo postoperatorio. (4, 5) Con
ello al combinar la anestesia regional con la anestesia general, se disminuiría
el consumo de varios fármacos anestésicos tales como los opioides y agentes
inhalatorios, que son conocidos como inmunosupresores, siendo su uso visto de
esta forma algo contradictorio si se quiere ofrecer a los pacientes oncológicos
la anestesia adecuada, que les brinde la mejor modulación de la respuesta
inflamatoria e inmune, buscando disminuir la respuesta neuroendocrina al estrés. Por ello, prevenir la inmunosupresión y la exagerada respuesta
inflamatoria toma particular importancia, ya que esto permitiría detener o por
lo menos retrasar el crecimiento tumoral y/o recidivas en este período de alto
riesgo oncológico. (6, 7)
Teniendo en cuenta datos epidemiológicos la OMS, en el 2010
el cáncer era la novena causa de muerte a nivel mundial y ya para el 2015
ocupaba el quinto lugar, con una cifra cercana a las 2 millones de defunciones
anuales. Venezuela también
reporta cifras elevadas. En el 2015, el Anuario de Mortalidad del año 2013,
publicado en Gaceta Oficial No 40621 Decreto 1656 de fecha 16 de marzo de 2015,
identifica al cáncer como la segunda causa de muerte con un 15.42% de todas las
defunciones al año, y en Barinas también fue reportada como la segunda causa,
teniendo en la entidad un valor de 12.51%, principalmente causada por los
tumores malignos de órganos digestivos.(8)
Conociendo todos estos elementos, y en relación
al tipo de paciente quirúrgico que se aborda en este estudio, los
anestesiólogos, aparte de ocuparse en ofrecer un plano anestésico seguro y
eficaz que le propicie al cirujano un campo óptimo para la cirugía, deberían
estar mejor preparados en prevenir o modular positivamente los efectos desordenados
de la inflamación en el daño pulmonar, en la permeabilidad micro vascular, en el
daño por reperfusión, en el dolor agudo y crónico y aún más, enfocarse en este
paciente tipo oncológico donde se observa una inflamación crónica, e inmunodeprimido
por definición. (9, 10) Sin embargo, en lo particular es visto el uso de la anestesia general
inhalatoria y el uso de opioides como técnica tradicional, particularmente estándar,
ya sea debido a bajos costos, o al desconocimiento de otras oportunidades que brinda
la anestesia combinada, o comúnmente reconocida como multimodal: usando varios
anestésicos endovenosos con diferentes mecanismos de acción, diferentes dianas
en cuanto a receptores y de poco o ningún impacto negativo sobre la inflamación
y el sistema inmune, y usar además técnicas regionales, todo ello resultaría en una poderosa herramienta que le
daría mejores resultados a este tipo de paciente. (11, 12, 13)
En el servicio de anestesiología del
Hospital Dr. Luis Razetti no hay existencia de protocolos estandarizados ni de probado
impacto sobre la modulación de la respuesta inflamatoria e inmune para
pacientes oncológicos y es por ello que se formula la siguiente pregunta de investigación:
¿La técnica
anestésica multimodal endovenosa libre de opioides combinada con analgesia
peridural propuesta por el autor, tiene impacto positivo en la modulación de la
respuesta inflamatoria e inmune en pacientes oncológicos; si se estiman con la
medición de los valores de proteína C reactiva e índice de
neutrófilos/linfocitos respectivamente en el post-operatorio?
Por medio de la comparación de dos
técnicas anestésicas: la convencional (Grupo A o Grupo Control: - anestesia
inhalatoria con sevorane o isofluorane) vs técnica propuesta (anestesia
multimodal endovenosa libre de opioides combinada con analgesia peridural (Grupo
B o Grupo Experimental) se dio respuesta al problema de investigación, donde el
propósito del estudio fue demostrar la atenuación de la respuesta inflamatoria
y la mayor preservación de la integridad adaptativa del sistema inmune en los
pacientes oncológicos anestesiados con la técnica propuesta, anestesia
multimodal endovenosa libre de opioides
combinada con analgesia peridural, en lo adelante AMELO.
De tal manera se justifica el estudio
dada la importancia que tiene: teórica, científica,
profesional, metodológica, social y económica ya que con los resultados obtenidos
se permite integrar la teoría y los conocimientos que preceden con la demostrada
relación causa-efecto del binomio anestesia-respuesta inflamatoria e inmune en
un grupo de riesgo poblacional, y dónde el modelo social y sanitario de impacto
a generar también es significativo. El valor científico no solo está dado por
la significancia estadística de los resultados, también está reforzado por la
significancia médica que se genera. En lo profesional se consigue un aporte más
actual al acervo científico, acorde a los cambios de paradigmas que se espera
en todo momento de un anestesiólogo que se preocupe y ocupe en brindarle a sus
pacientes la mejor y más segura anestesia. También permite gestionar nuevos
protocolos de manejo anestésico en estos pacientes oncológicos quirúrgicos.
Ahora bien, es necesario dar una
cronología sobre la anestesia que permita entenderla como una variable
independiente asociada al valor pronóstico de los pacientes con cáncer que
necesitan una cirugía, además de exponer una serie de conceptos y teorías. Tenemos
que el término de anestesia general balanceada fue utilizado por Lundy, en
1926, para describir la técnica de anestesia general brindada por un agente
inhalado aunado a un agente endovenoso. Desde 1951, Woodbridge, describió los
componentes de la anestesia y la combinación de fármacos y técnicas, cada una
con un propósito primario y un efecto específico. Luego el uso de opioides se
popularizó en la anestesia desde 1960, inicialmente usando grandes dosis de morfina
y posteriormente, de fentanyl y otros opioides sintéticos, destacando la estabilidad
hemodinámica que brindan. En ese entonces se estableció el paradigma de la
anestesia basada en opioides, o conocida como anestesia basada en la analgesia.
(14,15) Y seguida la década de los 70, afortunadamente, David L. Bruce se
interesó en el estudio de la cirugía y la respuesta inmune, en ese periodo fue
posible entender que el estrés que origina la cirugía causa inmunodepresión,
así mismo se observó que los anestésicos podían afectar la respuesta inmune. Ya
en 1993 se introdujo la noción de la anestesia multimodal como «técnica
ahorradora de opioides», la cual tenía por objetivo mejorar la analgesia
mediante el empleo de fármacos con efectos sinérgicos o aditivos, mejorando no
sólo la eficacia, sino también la seguridad del manejo analgésico. (14, 15)
Finalmente se considera que la anestesia
general libre o con poca cantidad de opioides surgió de la evidencia de que el
uso de un adyuvante reduce los requerimientos de opioides durante y después de
la cirugía, siendo entonces posible que la combinación de estos fármacos logre
evitar todos los opioides en el transoperatorio y tener buen control del dolor
sin el uso de ellos. También es de importancia conocer que existe evidencia
experimental de que el control analgésico eficaz puede atenuar la inmunosupresión
postoperatoria. La técnica libre de opioides
ha sido utilizada con éxito desde el 2005 para el manejo de pacientes obesos
sometidos a cirugía bariátrica. (15, 16, 17)
En otro orden de ideas, los criterios de
calidad en la cirugía oncológica radical, se basan en la extirpación completa del
tumor, con márgenes libres sin enfermedad macroscópica residual, en una
linfadenectomía adecuada y en la mínima manipulación tumoral posible. Pero esto
no siempre es lo que se consigue, pudiendo quedar células tumorales residuales,
las que a su vez estarían luego sometidas a las condiciones de un sistema
inmune deprimido incapaz de eliminarlas y a un medio con factores inflamatorios
(citosinas proangiogénicas, factores de crecimiento, etc.) (18, 19)
A causa del estímulo quirúrgico, se
genera una reacción fisiológica, un estado caracterizado por la liberación de
proteínas de fase aguda, hormonas de stress y citoquinas pro inflamatorias
junto a una disminución en la respuesta inmunitaria celular manifestada por
alteración en el reclutamiento, activación y función de los linfocitos
circulantes y monocitos sumado a una disminución de su capacidad quimiotáctica,
fagocítica y menor producción de anión superóxido. Todo ello conlleva una mayor
propensión al desarrollo de complicaciones postoperatorias. El dolor en sí mismo suprime la
inmunidad celular al inhibir la actividad de las células asesinas y favorece la
progresión tumoral. (20, 21)
Ante una agresión, el
organismo responde con la inflamación para tratar de eliminar el agente agresor
e iniciar la reparación de las estructuras dañadas; este proceso forma parte de
la respuesta inmune innata, que si bien es inespecífica y no crea memoria, tiene
una barrera humoral donde interviene el sistema complemento y la reacción
inflamatoria y una barrera celular, los leucocitos polimorfonucleares que
incluyen fagocitos (macrófagos, neutrófilos y células dendríticas), mastocitos,
eosinófilos, basófilos y células asesinas. Luego, un sistema inmune intacto se
defiende gracias a las células asesinas que son activadas por la IL-2 y el interferón
gamma (IFN- γ). La cirugía también incrementa las concentraciones de factores
proangiogénicos e inhibe la actividad de las células asesinas, citoquinas que
favorecen la inmunidad celular como IL-2, IL-12 e INF-γ y de factores
anti-angiogénicos como angiostatina y endostatina. La disminución en la
actividad de dichas células asesinas puede favorecer la progresión tumoral.
(21, 22, 23, 24) Macrófagos, monocitos,
células mesoteliales peritoneales, fibroblastos y leucocitos son todos ellos
capaces de sintetizar proteína C reactiva (PCR) y citoquinas pro inflamatorias
como interleukina-1 (IL-1), interleukina-6 (IL-6) y factor de necrosis tumoral
alfa (TNF-α). Dentro de todos estos factores liberados y fáciles de estudiar,
de hecho el más usado en la evaluación de la respuesta inflamatoria en una
variedad de estudios es la proteína C reactiva (PCR), el cual es el reactante
de fase aguda más extensamente estudiado, sus niveles aumentan generalmente
entre 4 y 12 horas después de la cirugía con un pico a las 24-72 horas,
permaneciendo elevados durante aproximadamente 2 semanas, a nivel celular se
manifiesta como un incremento cuantitativo en la cifra de leucocitos totales y
PMN, junto a un descenso en el número de linfocitos T (se produce leucocitosis con neutrofilia y linfopenia). Cualitativamente supone una reducción en
la interacción entre linfocitos y macrófagos y de la quimiotaxis de los
neutrófilos unido a una reducción de la hipersensibilidad retardada. (25, 26,
27)
Así pues, los procesos
inflamatorios de origen químico o traumático se acompañan de estrés oxidativo.
Una respuesta excesiva o una respuesta en una zona no afectada (los llamados
segundos insultos) puede ser dañina. De hecho, la respuesta inflamatoria
exagerada juega un papel fundamental en el desarrollo del síndrome
isquemia-reperfusión, el dolor, la hipercoagulación o síndromes inflamatorios
que cursan con lesión endotelial como el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica
y promueven el desarrollo de las micrometástasis tumorales, lo cual guarda
relación con la antítesis de lo deseado tras una cirugía oncológica. (27)
Ahora bien, y logrando
consensuar teorías, visto que los opioides inhiben tanto la inmunidad humoral
como la celular en humanos e incrementan la angiogénesis en condiciones basales pueden influir en la morbilidad y
mortalidad de los pacientes oncológicos. Igualmente, en modelos animales se ha
demostrado que los opioides inhiben la inmunidad si se administran vía
sistémica pero no cuando la absorción es intratecal.
Así
para la mayoría de autores, la anestesia epidural puede ser protectora y atenúa
la respuesta endocrina y metabólica tras cirugía mayor. (27)
En otro orden de ideas, se conoce que los anestésicos
locales pueden tener efecto antitumoral, afectan directamente la función de los
polimorfonucleares, macrófagos y monocitos. Reducen su capacidad para migrar al
foco inflamatorio e inhiben su estimulación, lo que evita una respuesta
inflamatoria excesiva e incontrolada sin disminuir la respuesta inmune defensiva
del huésped, también reducen la respuesta inflamatoria por dos vías de
actuación: bloqueando la transmisión neural en el lugar del daño tisular y por
sus propiedades anti-inflamatorias sistémicas.
Así la
lidocaína inhibe in vitro la proliferación de células tumorales de osteosarcoma
y cáncer de lengua. Ahora bien, el propofol es el
único anestésico que no promueve la inmunosupresión perioperatoria. (28, 29, 30)
En consecuencia, se planteó la siguiente
hipótesis:
¨Si los valores
de proteína c reactiva y el índice neutrófilo-linfocito son significativamente
menores en el grupo experimental, ambos medidos en el postoperatorio, entonces
la técnica anestésica empleada se asocia con mejor control de la respuesta
inflamatoria e inmune respectivamente. ¨
OBJETIVOS
GENERAL:
Evaluar la respuesta
inflamatoria e inmunológica en pacientes oncológicos bajo anestesia multimodal
libre de opioides combinada con epidural vs anestesia general inhalatoria en el
área de quirófano del Hospital Dr. Luis Razetti, en Barinas, en el período
comprendido entre enero 2016 hasta octubre 2017.
ESPECÍFICOS:
1.
Caracterizar
los grupos control y experimental según el IMC, talla, peso, sexo, edad, ASA,
valores de proteína c reactiva e índice neutrófilos-linfocitos en el
preoperatorio.
2.
Identificar
los valores de proteína c reactiva e índice neutrófilo-linfocito en el
postoperatorio para los grupos control y experimental respectivamente.
3.
Determinar
los valores puntos de corte óptimos para la proteína c reactiva e índice neutrófilos-linfocitos
en la población de estudio respectivamente.
4.
Analizar
la variación de los valores obtenidos de proteína c reactiva e índice neutrófilos-linfocitos
entre el pre y postoperatorio de los grupos control y experimental respectivamente.
5.
Estimar
la relación asociativa y causal del tipo de anestesia empleada con la modulación
de la respuesta inflamatoria e inmune.
6.
Describir
el comportamiento transoperatorio para cada grupo en cuanto a variables
hemodinámicas (FC, PAM), eventos de hipertensión e hipotensión arterial,
necesidad de rescate analgésico y dolor en el postoperatorio inmediato.
En
cuanto a los antecedentes de campo revisados en trabajos previos, que de una
manera u otra guardan relación con el presente estudio y forman parte del
sustento teórico y comparativo se consideran los siguientes: Hans J. Nielsen (2000) publicó
un estudio retrospectivo en la revista Annals of Surgical un trabajo donde
evaluó los valores séricos preoperatorios de la PCR en 594 pacientes con cáncer
colorectal como variable dependiente para el pronóstico de sobrevida al cáncer
colorectal hasta los 6.8 años y recurrencia tumoral, dónde niveles elevados de
PCR en el preoperatorio eran consistentes con estadios avanzados de Duque, y
recurrencia tumoral y pobre sobrevida, con una significancia p<0.0001. Este
estudio tenía los mismos criterios de exclusión similares a los que tiene el
estudio actual: no haber recibido esteroides, quimio, radio, infecciones,
transfusiones al menos a dos semanas previas a la cirugía. No fueron evaluados
los niveles postoperatorios de la PCR, y fueron evaluados los pacientes para
determinar sobrevida y recurrencia cada tres meses hasta los 6.8 años. (31)
Asi mismo, Aristomenis (2006)
publicó en Anesthesiology el artículo Can anesthetic technique for primary
breast cancer surgery affect recurrence or metastasis? En este estudio prospectivo se incluyeron 129 pacientes para mastectomía
y vaciamiento ganglionar axilar, los cuales fueron divididos en dos grupos, anestesia
regional por bloqueo paravertebral y anestesia general inhalatoria, arrojando
los siguientes resultados: sobrevida libre de recurrencia tumoral y metástasis 94%
y 82% a los 2 años, y 94% frente a 77% a los 2 años y medio respectivamente con
una P=0.012. Este estudio sugiere que la anestesia regional promueve menor tasa
de recurrencia tumoral y sobrevida al cáncer. (32)
Por su
parte, Nora María (2011) publica en la revista de Anales de Cirugía Oncológica
el trabajo titulado Intraoperative Epidural Analgesia Prevents the Early
Proinflammatory Response to Surgical Trauma, con el cual demostró la atenuación
de la respuesta pro inflamatoria y de la inmunosupresión post operatoria en
pacientes con cáncer de colon, con el uso de analgesia epidural intraoperatoria
frente al grupo que solo recibió anestesia general endovenosa. (33) Otro
estudio, cuya autora Patricia Duque. Madrid (2012), en su tesis para optar al
grado de Doctora titulada: Impacto de la técnica quirúrgica y anestésica sobre
la respuesta inflamatoria y angiogénica en cirugía de tumor colorrectal, tenía
como uno de sus objetivos específicos el estudiar la influencia de la anestesia
epidural sobre la respuesta inflamatoria y angiogénica en cirugía abierta
colorrectal. Usó mediciones séricas de PCR, IL-6 y otras interleuquinas,
llegando a los siguientes resultados y conclusiones, la citoquina liberada por
excelencia es la IL-6 y se obtuvieron niveles más bajos en los pacientes que
recibieron analgesia epidural intraoperatoria, los niveles de la PCR se
relacionaban con la magnitud del trauma quirúrgico, y llega a la conclusión que
los anestésicos locales reducen la respuesta inflamatoria por dos vías de
actuación: bloqueando la transmisión neural en el lugar del daño tisular y por
sus propiedades antiinflamatorias sistémicas. Hace hincapié en los efectos no
analgésicos de la analgesia epidural, los cuales van desde permitir una mecánica
ventilatoria eficaz en el postoperatorio gracias al control del dolor, a nivel
gastrointestinal, la analgesia epidural provoca una disminución de más del 35%
en la resistencia de la arteria mesentérica superior dando lugar a vasodilatación
regional sin que exista una redistribución del flujo sistémico ya que no se
produce ningún cambio en la fracción de volumen sistólico que se deriva hacia
el intestino, con disminución de las tasas de daño por reperfusión tisular y
endotoxemias asociadas. (34) De la misma manera y en
revisiones más actuales, precisamente en nuestro país la Dra. Morón Chacín, L
(2016) en su tesis para optar al título de especialista en anestesiología, de
la UCV, titulado Respuesta hemodinámica, leucocitaria y marcadores sistémicos
de estrés en la anestesia total intravenosa manual versus anestesia general
inhalatoria; un estudio longitudinal y prospectivo realizado en el Hospital
Militar Dr. Carlos Arvelo de Caracas. El diseño contó con dos grupos, el
primero que recibió anestesia total endovenosa con propofol y fentanil, y el
segundo que recibió anestesia general inhalatoria. Como marcadores sistémicos
de estrés tomaron los valores de glicemia sérica y cortisol sérico. Concluyendo
que la anestesia total intravenosa bloquea efectivamente la respuesta hemodinámica,
leucocitaria y los marcadores sistémicos de estrés generados por el trauma
quirúrgico. En dicho estudio no se usa los valores de PCR como marcador de la
respuesta inflamatoria, y solo se usa el conteo global de leucocitos como
marcador de respuesta inmune, y no el índice de Zahorec (INL) preferido para
este análisis, considerando la analogía con nuestro estudio por el empleo del
propofol y no uso de agentes anestésicos volátiles, a diferencia de su estudio,
nuestro grupo experimental evita el uso de opioides por las razones ya
conocidas.
En
cuanto a nuevas bases teóricas tenemos que Zahorec R. destaca la utilidad del
índice de neutrófilos/linfocitos (INL) como parámetro fácil de obtener y que
evalúa la intensidad del estrés y de la respuesta inflamatoria sistémica
repercutiendo sobre la modulación del sistema inmune, una respuesta
caracterizada por fiebre, leucocitosis, incremento en los niveles de proteínas
de fase aguda tales como la proteína C reactiva (PCR), fibrinógeno, etc. El INL
guarda una relación significativa y directamente proporcional con los valores
de PCR, dado que la neutrofilia y la linfopenia asociada como respuesta al
estrés están dadas por altas concentraciones de catecolaminas, cortisol, PCR. La
linfopenia es causa de depresión del sistema inmune y mayormente de la
inactividad y supresión de los linfocitos T CD4, o comúnmente conocidos como
natural killer. Visto de esta manera, la evaluación de los valores de PCR e INL
para correlacionarlos con la respuesta inflamatoria e inmune respectivamente en
el postoperatorio, son medidas factibles, de bajo costo y recomendados por la
literatura científica actual. Tenemos por ejemplo las recomendaciones del Dr.
José Álvarez Vega, en su trabajo publicado en el 2014, en la Revista Mexicana
de Anestesiología, titulado: ¿Cómo evaluar la respuesta anti-inflamatoria
postoperatoria? En el cual recomienda el uso del índice de Zahorec (INL) y los
valores de la PCR como indicadores de la respuesta inmune e inflamatoria
respectivamente en los pacientes con cáncer.
Se
considera los efectos de los anestésicos que se emplean en el estudio y de la
analgesia peridural intra y postoperatoria sobre las respuestas del organismo
ante la agresión quirúrgica. Tenemos que el propofol disminuye los valores de
TGF-beta, miR-21, efecto antiinflamatorio por diversos mecanismos, los no
farmacológicos se deben al mantenimiento del flujo sanguíneo hepático y esto
logra mantener un balance entre las citosinas pro y las anti-inflamatorias, aumentando
la producción de IL-10, IL-1 y reduciendo los niveles de los radicales libres,
otros efectos probados del propofol son la inactivación de las metaloproteasas
implicadas en la diseminación tumoral. (16, 17, 18) Por su
parte el midazolam disminuye los valores de IL-8 con efecto pro-inflamatorio.
(19) Y los anestésicos locales tales como la lidocaína y la bupivacaína inhibe el
crecimiento, invasión y migración de células cancerígenas. Induce apoptosis en
células cancerígenas, inhibe el receptor NMDA, inhibe r-Glicina, y sensibiliza
a las células cancerígenas al efecto del cisplatino y otras drogas
antineoplásicas.
Además de tener efecto analgésico, antihiperalgésico
y efecto protector sobre el sistema inmune ya que preserva el ratio Interferón
Gamma/IL-4. (20, 21, 22) Con respecto a la ketamina se tiene información
controversial, por un lado autores consideran el efecto anti-inflamatorio,
evita la respuesta exagerada y se evidencia con disminución de marcadores
inflamatorios (IL-6), además que a dosis sub anestésicas tiene efectos
beneficiosos sobre la respuesta inmune durante y después de la cirugía (23, 24,
25) y por otro lado un estudio en el 2003, publicado por Melamed R, en la
revista Anestesia y Analgesia, realizado en ratas, a las cuales se les inyectó
células cancerígenas de mamas, se determinó que la ketamina producía supresión
de la actividad de las natural killer, y promovía la aparición de metástasis.
(26). El uso de la Clonidina con efecto analgésico, no se ha visto relacionado
con la promoción del crecimiento tumoral como si ha sido documentado para la
dexmedetomidina en el cáncer de mama. (27) Y finalmente, la administración de
sulfato de magnesio, provee efectos antinociceptivos, analgésicos, neuro y
cardioprotectores además de tener efecto antitumoral, por el bloqueo de los
canales de NMDA y los canales de calcio induciendo apoptosis tumoral. (28)
MATERIAL Y MÉTODOS
Por
medio del paradigma positivista con el método cuantitativo se realizó una
investigación de campo con nivel de profundidad explicativo y correlacional,
del tipo ensayo clínico: grupo control y grupo experimental. Ensayo clínico
abierto, y se aplicó el diseño Cuasi-experimental Pre-test y Pos-test en dos
grupos no equivalentes, prospectivo y longitudinal, donde se evaluó la efectividad
de una técnica anestésica multimodal endovenosa libre de opioides combinada con
analgesia peridural descrita y propia del autor en comparación con la anestesia
general inhalatoria con sevorane en cuanto a modulación de la respuesta
inflamatoria e inmune, según valores plasmáticos de proteína C reactiva e
índice neutrófilos/linfocitos respectivamente; siendo estas las principales
variables dependientes del estudio. Dicho ensayo clínico se realizó en el
Hospital Dr. Luis Razetti de Barinas en el período comprendido enero 2016 –
octubre 2017. Previa aprobación por el Comité de Ética del Hospital, se
incluyeron en el estudio un total de 44 pacientes, previa valoración preanestésica
(Anexo-1) y consentimiento informado (Anexo-2); se asignaron de forma muestral
intencional los pacientes que cumplieron con los criterios de inclusión a dos
grupos: grupo control (los que necesitaron cirugías que incluyeron dermatomas
superiores a T6), también denominado grupo A, o grupo AGI (por la técnica
anestésica recibida, anestesia general inhalatoria); y grupo experimental (los
que necesitaron cirugías que incluyeron dermatomas por debajo de T6), también
denominado por el autor como grupo B, o grupo AMELO (por la técnica anestésica
recibida, anestesia multimodal endovenosa libre de opioides).
La
recolección de la información fue por la técnica de observación, hecha por el
mismo autor del estudio y la variable independiente del estudio fue el tipo de
técnica anestésica empleada, siendo esta la que expresa la relación causal que
produce el resultado o efecto observado. Las variables dependientes: frecuencia
cardíaca expresada en latidos por minuto, tensión arterial media expresada en
mm Hg, necesidad de rescate analgésico intra-operatorio variable categórica
dicotómica expresada en si o no, dolor post operatorio expresada en números según
la escala de evaluación visual del dolor (EVA), niveles plasmáticos de proteína
C reactiva expresado en mg/L e índice neutrófilos/linfocitos pre y post
operatorio a las 48 horas variable continua. Dentro de las variables
intervinientes: sexo (Hombre o Mujer), edad (años, número entero), peso (Kg),
talla (expresada en metros), IMC ( Kg/m2 ), y clasificación
ASA.
Población de estudio: representada
por todos aquellos pacientes oncológicos que en algún momento han requerido
intervención quirúrgica de electiva, atendidos en el Hospital Dr. Luis Razetti
en Barinas, en el período comprendido de enero 2016 a octubre 2017.
Muestra
Poblacional: pacientes oncológicos quirúrgicos, independiente del diagnóstico
planteado, la muestra ha sido calculada sobre los datos obtenidos del
Departamento de Estadísticas del Hospital Dr. Luis Razetti en Barinas, según
fórmula de cálculo muestral para poblaciones finitas que introduce un error de
estimación muestral de 0,09. El tamaño muestral estadísticamente significativo
sería de 43 pacientes, por lo que se incluyeron 22 pacientes para cada grupo
respectivamente, siendo en total 44 pacientes el tamaño de la muestra.
Criterios
de inclusión:
• Pacientes oncológicos.
• Pacientes ASA II y III.
• Edad entre los 18 y 70 años.
• Consentimiento informado de
aceptación.
Criterios
de exclusión:
• Pacientes HIV positivos.
• Hipertensos no controlados.
• Diabetes Mellitus.
• IMC >= 30.
• Insuficiencia Renal Crónica.
• Pacientes que hayan recibido
transfusiones de hemoderivados en los 15 días previos a la intervención,
durante o después de ella en las 48 horas posteriores.
• Sintomáticos respiratorios en los 15
días previos a la cirugía.
• Pacientes que hayan recibido en los 30
días previos a la cirugía quimioterapia.
• Pacientes anémicos Hb < 10 g/l.
Se
empleó la observación directa, haciendo uso del Guión de Observación (Anexo-3)
contentivo de las variables a medir, el cual fue evaluado y aprobado, los datos
de este instrumento se vaciaron en una hoja de recolección de datos. Se
registraron los valores de la PCR y el valor del INL de 24 horas previas a la
cirugía. El día de la intervención quirúrgica, con dos vías periféricas de
calibre igual o mayor a 18G, previo monitoreo básico con tensión arterial no
invasiva, oximetría de pulso, capnografía, electrocardiografía de 3
derivaciones, frecuencia cardíaca, y temperatura axilar por monitor Ductus, se
aplicaron las drogas pre-anestésicas y acto seguido la técnica anestésica propuesta
según el grupo al que correspondía cada paciente.
Técnica anestésica - anestesia general
inhalatoria:
Premedicación:
Metoclopramida 10 mg EV, Ranitidina 50 mg EV, Ketoprofeno 100 mg EV,
Antibiótico de elección.
Paciente
en decúbito supino, preoxigenación durante 3 a 5 minutos con oxígeno al 100%
por medio de máscara facial y válvula APL abierta, administración de las drogas
de inducción: Midazolam 0.04mg/Kg EV, Lidocaína 1.5 mg/Kg EV, Fentanil 2 mcg/Kg
EV, Propofol 2 mg/Kg EV, Rocuronio 0.8 mg/Kg EV. Laringoscopia directa a los 3
minutos de administrar el relajante neuromuscular, se intuba al paciente con
tubo endotraqueal, se verifica la correcta intubación, se fija el tubo y se
conecta a ventilación mecánica según: volumen corriente 6-8 ml/Kg, frecuencia
respiratoria (FR) 12-14 respiraciones por minuto, PEEP 4-6 mm Hg, relación I:E
1:2, pausa inspiratoria 25%, modo ventilatorio volumen control.
El
mantenimiento de la anestesia se realizó con concentraciones variables de
sevorane 2 Vol% de inicio, y según necesidad se administró dosis
complementarias de fentanil de 0.5 mcg/Kg EV. Al finalizar la cirugía se
realizó educción con reversión mediada del antagonismo de la neostigmina a
dosis de 0.04mg/Kg más atropina a dosis de 0.01 mg/Kg EV.
Técnica
anestésica - anestesia multimodal endovenosa libre de opioides combinada con
analgesia peridural:
Premedicación:
Metoclopramida 10 mg EV, Ranitidina 50 mg EV, Ketoprofeno 100 mg EV,
Antibiótico de elección.
Paciente
sentado previa asepsia y antisepsia con yodo y alcohol , se identificó el
espacio intervertebral correspondiente al dermatoma T6, infiltración de piel,
tejido celular subcutáneo y planos profundos con lidocaína al 1% 100 mg volumen
10 cc, cantidad necesaria, luego se insertó unos 3 cm la aguja Tuohy # 16G, y
se localizó el espacio peridural con técnica pérdida de la resistencia con 5 cc
de solución 0.9%; al localizar el espacio peridural, se aspiró, comprobando la
negatividad de líquido cefalorraquídeo y/o sangre y se realizó el test dose con
3 cc de la mezcla para peridural ( Bupivacaína al 0.125% con 5 cc de
Bupivacaína al 0.5% más 15 cc de Solución 0.9%, volumen total 20cc más
adrenalina al 1: 200 000) se dejó catéter peridural 18G, se fijó, se acostó al
paciente y se administró el restante volumen de la mezcla anterior.
Acto
seguido se inició la infusión endovenosa de la mezcla denominada OFA (Anestesia
Libre de Opioides) la cual se preparó: para cada volumen total de 100 cc/hora,
agregar ketamina a 0.12mg/Kg/hora, lidocaína 2mg/Kg/hora, MgSO4 10mg/Kg/hora y
Clonidina 0.1mcg/Kg/hora. Preoxigenación de 3 a 5 minutos con máscara facial,
con oxígeno al 100% y válvula de APL abierta.
A
continuación, se administró las drogas de inducción: Midazolam 0.04 mg/Kg EV
(Dosis Prueba Benzodiacepinas) y se esperó 5 minutos para evaluar respuesta. A
los 5 minutos:
o Paciente despierto, se administró
dosis inducción a 0.2 mg/Kg EV de Midazolam.
o Paciente somnoliento, responde y
obedece órdenes, apertura ocular espontánea y al llamado, se administró dosis
de inducción a 0.15 mg/Kg EV de Midazolam.
o Paciente dormido, no obedece órdenes
verbales, se administró dosis de inducción a 0.12 mg/Kg EV de Midazolam.
Se
continuó con la administración de las demás:
• Lidocaína EV 1.5 mg/Kg.
• Clonidina EV 0.5 mcg/Kg.
• Ketamina EV 0.5 mg/Kg.
• MgSO4 2 g EV.
• Propofol 0.5 mg/Kg EV.
• Rocuronio 0.08 mg/Kg EV.
Se
procedió a realizar la laringoscopia directa a los 3 minutos de administrar el
relajante neuromuscular, se intubó al paciente con tubo endo-traqueal, se
verificó la correcta intubación, se fijó el tubo y se pasó a ventilación
mecánica según: volumen corriente 6-8 ml/Kg, FR 12-14 rpm, PEEP 4-6 mm Hg,
relación I:E1:2, pausa inspiratoria 25%, modo ventilatorio volumen control.
Después
de la intubación endotraqueal se comenzó infusión de propofol a 0.5 mg/Kg/hora
pudiendo incrementarse o variar de acuerdo a los cambios hemodinámicos
observados, de detectarse cifras elevadas de tensión arterial media superiores
al 20% de la tensión arterial media basal se administró dosis de rescate
analgésica con fentanil a 0.5mcg/kg EV, la infusión de propofol se detuvo
cuando se comenzó cierre de aponeurosis. Se repite la dosis de prueba de
midazolam cada media hora hasta 30 minutos antes de la posible culminación de
la cirugía. El rocuronio se repitió cada 30 minutos con solo una masa de la
droga usada en la inducción del 10%. La evaluación del dolor se realizó según
la escala visual EVA en el postoperatorio hora 0, y horas 8, 16 y 24.
A las
48 horas de la cirugía se registraron los valores de PCR e INL respectivamente
para cada miembro de los grupos estudiados.
Para el
análisis estadístico se utilizó el programa SPSS para Windows versión 24.0. Se
aplicaron medidas de tendencia central: media, desviación estándar (DE),
rangos, intervalos de confianza del 95% para las variables demográficas (edad,
peso, talla, IMC, PCR pre operatoria e INL pre operatoria). Y para las
variables categóricas ASA y Sexo se empleó el porcentaje. Para los análisis
posteriores se emplearon las pruebas paramétricas T de Student pareadas, y T de
Student para muestras independientes según correspondía; cumpliéndose los
supuestos de normalidad (Shapiro Well) y homocedasticidad. Y se aplicaron
pruebas no paramétricas: ANOVA de medidas repetidas, y Chi Cuadrado de Pearson
a las variables continuas FC, PAM y Dolor respectivamente. Siempre usando un
nivel estadísticamente significativo una p<0.001. En la confección de los
gráficos se usó el programa Minitab ® 17.1.0 y para el cálculo de los odds
ratio se empleó la calculadora online de MedCalc Software bvba.
RESULTADOS
Se
estudiaron 44 pacientes de ambos sexos, con clasificación ASA 2 y 3 de la
Sociedad Americana de Anestesiología,
con
edades comprendidas entre 29 y 70 años e IMC entre 20.2 y 29, divididos en dos
grupos de estudio con 22 pacientes en cada grupo: un grupo control o grupo A el
cual recibió anestesia general inhalatoria (AGI) y un grupo experimental o
grupo B el cual recibió anestesia multimodal endovenosa libre de opioides combinada
con analgesia peridural (AMELO). Fueron excluidos 3 pacientes que no cumplieron
con los criterios de inclusión. La metodología se describe en el flujograma Consort
procedimental para ensayo clínico como vemos en la Figura 1. (Ver en Anexos)
Se tuvo
un total de 38 pacientes ASA 2 que reportó un 86.4% y 6 pacientes ASA 3 para un
13.6%. Mayor relación de hombres con respecto a las mujeres, un total de 28
para un 63.6% vs 16 mujeres con un 16.4% (ver Tabla 1)
Tabla 1. Distribución
demográfica |
||||
Variables |
Grupo A (n=22) |
Grupo B
(n=22) |
p§ |
|
media±DE(rango)* |
media±DE(rango)* |
|||
Edad (años) |
50,3±12,5(29-70) |
50,2±9,5(33-65) |
p=0,98 |
|
Peso (kg) |
75,7±9,9(60-95) |
72,7±13,2(50-93) |
p=0,40 |
|
Talla (m) |
1,74±0,04(1,66-1,84) |
1,73±0,07(1,62-1,90) |
p=0,46 |
|
IMC (kg/m²) |
24,8±2,59(20,2-29) |
24,1±3,18(19,0-28,7) |
p=0,43 |
|
PCR† |
0,79±0,49(0,57-1,01) |
0,75±0,46(0,54-0,95) |
p=0,77 |
|
INL† |
2,86±0,84(2,48-3,23) |
2,86±0,69(2,55-3,17) |
p=0,98 |
|
ASA‡ II
/ III |
20(90,9%)/2(9,1%) |
18(81,8%)/4(18,2%) |
38(86,4%)/6(13,6%) |
|
Sexo‡ H
/ M |
13(59,1%)/9(40,9%) |
15(68,2%)/7(31,8%) |
28(63,6%)/16(36,4%) |
|
Fuente: Hoja de
recolección de datos.
|
|
|||
Notas: * media ± desviación estándar (rango
entre valor mínimo y valor máximo), † valor corresponde al preoperatorio, y
el rango corresponde a valores del IC 95%, ‡ porcentaje correspondiente según
grupo de estudio y total al final de la fila, § significación estadística igual
a 0.01 para T de Student en muestras independientes, asumida la igualdad de
varianzas, significación bilateral, con IC 98%. |
||||
Como vemos en la Tabla 1 no hay diferencia estadísticamente significativa entre
ambos grupos de estudio para las variables edad, peso, talla, IMC, y tampoco la
hay para los valores de PCR e INL tomados en el preoperatorio, por lo que el
sesgo tras la intervención queda reducido significativamente. Entonces tenemos
que ambos grupos son homogéneos al comienzo del ensayo clínico para las
variables PCR e INL las que son las variables dependientes del estudio más
importantes con evaluación pre y post test.
Tabla 2. Valores de PCR e
INL a las 48 horas. |
|||||
Grupo A (n=22) |
Grupo B
(n=22) |
p§ |
(A-B) |
||
media±DE(IC98%)* |
media±DE(IC98%)* |
(IC98%)** |
|||
PCR 48h |
7,17±2,52 (6,05-8,29) |
1,40±0,83 (1,03-1,77) |
p<0,001 |
5,76 (4,35-7,17)† |
|
INL 48h |
4,08±0,63 (3,74-4,42) |
3,40±029 (3,24-3,56) |
p<0,001 |
0,68 (0,31-1,04)‡ |
|
Fuente: Hoja de
recolección de datos.
|
|
||||
Notas: * media±desviación estándar(IC98%), **
diferencia entre la media Grupo A y Grupo B (IC98%) y seguridad del 98% que
la diferencia es mayor a su límite inferior, § valor de p para un nivel
de significancia de 0,01 para T de
Student muestras independientes, † para (n=22) la prueba tiene una
potencia cercana a 100% en la capacidad de detectar una diferencia de 5,76 , ‡
para (n=22) la prueba tiene una potencia cercana a 100% en la capacidad de
detectar una diferencia de 0,68 |
|||||
Para ambas mediciones de los valores de
PCR e INL en el postoperatorio a las 48 horas tras la intervención quirúrgica
se reportó una diferencia positiva estadísticamente significativa para un nivel
de significancia de 0.01 entre el grupo A y el grupo B, que plantea un
incremento significativo y mayor en los valores de PCR e INL del grupo A en
comparación con los valores del grupo B. Para la PCR el grupo control, el cual
recibió anestesia general inhalatoria, tuvo una media de 7.17 y el grupo
experimental solamente ascendió a el valor promedio de 1.4, siendo la
diferencia positiva para un valor de 5.76, con un p valor menor a 0.001, siendo
el tamaño de la muestra en cada grupo de 22 se estima una potencia de la prueba
cercana al 100% en la capacidad de detectar una diferencia de 5.76 y una
seguridad del 98% de que la diferencia es mayor a 4.35. Estos resultados pueden
apreciarse mejor de forma
gráfica en el Gráfico 1, ubicado en los anexos del presente trabajo.
Ahora bien, partiendo de los valores
basales o preoperatorios de ambas variables dependientes (PCR e INL) se
estimaron valores de punto de corte óptimos (PCO) según la fórmula:
PCO=media±3DE. Estos valores son de referencia para dicotomizar las variables continuas,
y permiten establecer asociaciones de dependencia entre sus desviaciones de la
normalidad y la variable independiente que es el tipo de técnica anestésica
empleada (Tabla 3).
Variables |
Población (n=44) |
p‡ |
x
̅ +3DS† |
||
PCR* |
2,2 |
<0.01 |
INL* |
5 |
<0.01 |
Fuente: Hoja de
datos. |
|
|
Nota: † (valor
obtenido de la media + 3 desviaciones estándar), * valores pre-operatorios de
la población en estudio, valor estimado es el Punto de Corte Óptimo, permite
dicotomizar la variable y establecer valor de comparación entre las medias,
estadísticamente significativa. ‡ p valor para un nivel de significación de
0.01. |
En relación a la variación de los
valores de PCR e INL a las 48 horas con relación a los basales del
preoperatorio se puede observar lo siguiente en la Tabla 4, el aumento de los valores con respecto a los basales fue
estadísticamente significativo para las dos variables (PCR e INL) con una p<
0.01 en ambos grupos, tanto para los que son del grupo A que recibieron
anestesia general inhalatoria como para los que recibieron anestesia multimodal
endovenosa libre de opioides combinada con analgesia peridural del grupo B.
Observándose un aumento más marcado en los valores de PCR para el grupo A en
comparación con el grupo B, donde el aumento fue de 6.38, estimado por una
prueba T de Student para muestras pareadas con un nivel de significancia de
0.01 y una p valor <0.01, y con un intervalo de confianza del 98% para la
diferencia entre 5.06 y 7.68, con una potencia de la prueba de estimar una
diferencia de 5.06 cercana al 100%. No sucedió así con la diferencia registrada
en el grupo B, que fue de 0.65 con un intervalo de confianza del 98% entre 0.24
y 1.07.
Tabla 4. Variación de los
valores de PCR e INL |
||||||
Variables |
Grupo |
Pre-O* |
Post-O** |
Diferencia*** |
p valor§ |
|
PCR |
Grupo A |
0,79 |
7,17 |
6,38† |
p < 0,01 |
|
|
Grupo B |
0,75 |
1,4 |
0,65‡ |
p < 0,01 |
|
INL |
Grupo A |
2,86 |
4,08 |
1,24¥ |
p <
0,01 |
|
|
Grupo B |
2,86 |
3,4 |
0,54£ |
p < 0,01 |
|
Fuente: Hoja de
recolección de datos. |
||||||
Notas: * valores del pre-operatorio, ** valores del
post-operatorio, *** diferencia entre el valor del post-operatorio con el
pre-operatorio, § p valor de la T de Student para muestras pareadas y nivel
de significancia de 0,01, † la media de PCR48 es mayor que PCRPre en
el nivel de significancia de 0,01, puede estar 98% seguro de que la
diferencia verdadera se encuentra entre 5,06 y 7,68, y la potencia de la
prueba cercana al 100%, ya que con una diferencia de 2,01 es igual al 90%, ‡ la media de PCR48 es mayor que
PCRPre en el nivel de significancia de 0,01, puede estar 98% seguro de que la
diferencia verdadera se encuentra entre 0,24 y 1,07, y la potencia de la
prueba del 90%, ya que con una diferencia de 0,64 es igual al 90% ¥ la
media de INL48 es mayor que INLPre en el nivel de significancia de 0,01,
puede estar 98% seguro de que la diferencia verdadera se encuentra entre 0,73
y 1,76, y la potencia de la prueba cercana al 100%, ya que con una diferencia
de 0.79 es igual al 90%, £ la media de
INL48 es mayor que INLPre en el nivel de significancia de 0,01, puede estar
98% seguro de que la diferencia verdadera se encuentra entre 0,23 y 0,85, y
la potencia de la prueba cercana al 100%, ya que con una diferencia de 0.45
es igual al 90% |
||||||
Además,
como se puede observar la media de la PCR en el postoperatorio del grupo A es
superior al punto de corte óptimo estimado (PCO para PCR = 2.2) para esta
variable, por lo que su aumento es superior a la media de su valor basal
preoperatorio más 3 desviaciones estándar por encima, se entiende por lo tanto
que los valores de PCR tras haber recibido anestesia general inhalatoria
aumentarán muy significativamente por encima de lo normal esperado, y esto
refleja el efecto que tiene la técnica anestésica empleada. No sucede así con
los valores del INL que a pesar de que aumentaron significativamente en el
postoperatorio con respecto a sus valores basales en ambos grupos de estudio,
ningún grupo tuvo una media superior a su punto de corte óptimo (PCO para INL =
5).
Tabla 5. Asociación tipo de
técnica anestésica empleada y resultados de PCR e INL a las 48 horas según
puntos de corte |
|||||
Efecto |
PCR* |
INL** |
|||
Grupo |
>2,2 |
<2,2 |
>5 |
<5 |
|
AGI (A) |
21-95,5% |
1-4,5% |
4-18,2% |
18-81,8% |
|
(FE) |
12 |
10 |
2 |
20 |
|
AMELO (B) |
3-13,6% |
19-86,4% |
21-95,5% |
1-4,5% |
|
(FE) |
12 |
10 |
19,5 |
2,5 |
|
Fuente: Hoja de
recolección de datos.
|
|||||
Notas:
* Chi-cuadrado de Pearson 29,7 (gl=1), p<0,001 con nivel de
significancia de 0,01 , 0 casillas (0,0%) han esperado un recuento menor que
5, V de Cramer de 0,82 (asociación muy fuerte y directamente
proporcional). ** Chi-cuadrado
de Pearson 2,03 (gl=1), p=0,15 con nivel de significancia de 0,01 , 2
casillas (50%) han esperado un recuento menor que 5 y se estima la prueba
exacta de Fisher p=0,35 , V de Cramer de 0,21 (asociación muy baja). |
|||||
En
relación al tipo de técnica anestésica empleada con los resultados de PCR e INL
a las 48 horas, estableciendo estas variables como categóricas dicotómicas se
observa en la Tabla 5 que para ambos
grupos de estudio se realizó una distribución de frecuencias tipo tabla de
contingencias 2x2 para cada variable en particular y se realizaron las pruebas
estadísticas de Chi cuadrado de Pearson para determinar el grado de asociación
y dirección del tipo de técnica anestésica empleada con el aumento sobre los
valores de puntos de corte óptimos estimados, para la PCR un valor de corte de
2.2 y para el INL un valor de 5. En el caso de la PCR la técnica anestésica
general inhalatoria está estadísticamente significativa asociada al aumento de sus
valores por encima de 2.2 con un nivel de significancia de 0.01, una
p<0.001, un valor de Chi cuadrado de Pearson de 29.7(gl=1) y una V de Cramer
de 0.82 que se interpreta como una asociación muy fuerte y directamente
proporcional. En cambio, con respecto al INL no se encontró el mismo resultado,
porque el Chi cuadrado de Pearson arrojado por el SPSS fue de 2.03 (gl=1) con
un nivel de significancia de 0.01 y una p=0.35, como el valor de p valor es
mayor a el nivel de significancia no se rechaza la hipótesis nula estadística
que dice que las variables no guardan relación de dependencia, y evidentemente
se puede constatar con el valor de la V de Cramer de 0.21 que se interpreta
como una asociación (de haberla) muy baja.
Como
también vemos en el Gráfico 2, el
cual refleja la Odds Ratio para la relación entre la técnica anestésica
empleada con el aumento o disminución de los valores de PCR e INL a las 48
horas de postoperatorio tenemos que la razón entre ocurrencia de que aumente el
valor de la PCR > 2.2 vs que no aumente es 138 veces mayor en pacientes del
grupo A que recibieron anestesia general inhalatoria en comparación con los del
grupo B que recibieron AMELO, siendo
esta
asociación estadísticamente significativa para un nivel de significancia del
0.05 con un intervalo de confianza del 95% que no incluye al 1 entre 12.7 y
1390. Se puede interpretar también de la siguiente forma, existe una
probabilidad del 99% que aumenten los valores de PCR por encima de 2.2 tras
tener valores basales como se reflejan en la Tabla 1 si se recibe anestesia general inhalatoria (AGI) vs la
probabilidad del 1% cuando se recibe anestesia multimodal endovenosa libre de
opioides (AMELO).
No
ocurre lo mismo con el INL, para el cual se obtuvo un OR de 0.01 con un IC 95%
entre 0.00 y 0.10, que no incluye el 1 pero siendo valores x debajo de la
unidad, no existe una asociación estadística significativa, se interpreta como
la razón entre ocurrencia de que aumente el valor del INL por encima de 5 vs
que no aumente es de 0.01 veces mayor en pacientes que recibieron AGI en
comparación de aquellos que recibieron AMELO y también se entiende que la
probabilidad de obtener valores por encima de 5 en el INL tras recibir una AGI
es del 0.9% vs una probabilidad de obtener valores por debajo de 5 de un 99.1%
si se recibe AMELO, aquí destaca el papel protector y modulador del sistema
inmune de la técnica anestésica en el grupo experimental más que la
inmunosupresión que pudiera causar la AGI.
En el
análisis intraoperatorio de ambos grupos
de estudio se evaluó el comportamiento de la presión arterial media y de la
frecuencia cardíaca promedio en distintos tiempos, para lo cual se procesaron
los datos con un ANOVA de dos factores con medidas repetidas en el
factor tiempo y se resumieron en la Tabla 6; también consulte el Gráfico 3 y Gráfico 4 respectivamente para la mejor interpretación de los resultados.
Tabla 6: Comparación por grupos de estudio de
las medias según tiempos intraoperatorios de la presión arterial media y la
frecuencia cardiaca |
||||||||
Parámetro |
Grupo |
T0 |
T1 |
T2 |
T3 |
T4 |
T5 |
|
PAM* |
Grupo A |
84,7±4,8 |
90,9±5,5 |
90,5±3,8 |
90,5±2,6 |
91,1±2,1 |
89,9±3,2 |
|
Grupo B |
86,3±3,7 |
85,4±4,2 |
86,5±3,6 |
86,4±3,2 |
85,7±2,7 |
85,6±3,4 |
||
FC** |
Grupo A |
84,7±3,3 |
90,6±3,8 |
86,4±3,6 |
85,2±4,2 |
85,2±4,2 |
86,4±2,7 |
|
Grupo B |
84,9±3,1 |
73,3±2,3 |
72,4±2,0 |
71,3±2,9 |
71,3±2,9 |
77,5±3,8 |
||
Fuente: Hoja de
recolección de datos. |
||||||||
Notas: T0 Basal, T1 1 minuto tras la intubación orotraqueal, T2 1
minuto tras la incisión de piel, T3 a los 15 min tras última medición, T4 a
los 15 minutos tras la última medición, T5 1 minuto tras cierre de piel. *
Presión arterial media ± desviación estándar con nivel de significancia al
0,01, ** frecuencia cardiaca± desviación estándar con nivel de significancia
al 0,01. Análisis estadístico en SPSS con ANOVA de medidas repetidas para una
significación de 0,01. |
||||||||
El
ANOVA medidas repetidas para los factores Grupo vs Tiempo, estimando para el
factor tiempo las variaciones intragrupales de la presión arterial media (T0, T1, T2, T3, T4 y T5) cuyos tiempos de
medición fueron expuestos con anterioridad a este análisis y para el factor
grupo ( Grupo A y Grupo B) nos ofrece valores para un nivel de significación de
0.01; donde las covarianzas de la presión arterial media en sus diferentes
tiempos de medición intraoperatorio son iguales entre los dos grupos estudiados
con una F 1.08 y una significación mayor a 0.01 de 0.357, por lo que se asume
que no existe diferencia entre las varianzas por pares en cada tiempo de
medición intraoperatorio. La diferencia de medias entre el grupo A y el grupo B
es positiva y significativa con un valor de 3.6 mm Hg, un p< 0.001, ajustado
con Bonferroni. Pero estimamos estas diferencias clínicamente no significativas
porque no rebasan el 20% que se acepta de aumento o disminución de la presión
arterial media. La prueba univariada, que prueba el efecto de Grupo, tiene una
F de 39.47, con una p<0.001, y un eta cuadrado parcial de 0.485 que nos dice
que la variación de la presión arterial media por efecto de grupo o de la
técnica anestésica empleada tiene una potencia de efecto cercana al 50%. La diferencia
de medias en el tiempo T0 no es estadísticamente significativo, en el resto de
los tiempos evaluados si lo es, pero con un IC 99% para la diferencia entre los
valores máximos encontrados de ±9.4 y ±9.4. En el grupo A hubo diferencias
estadísticamente significativas entre el T0 con el resto de los tiempos, pero
ya el tiempo T1 se mantiene sin diferencias significativas con respecto al T2,
T3, T4 y T5. Se evidencia por tanto un aumento de la presión arterial media
basal pero no mayor al 20% y se mantiene estable sin variaciones durante todo
el tiempo quirúrgico.
Mejor
comportamiento de la PAM tuvo el grupo B porque no existió diferencias
significativas intragrupales entre los tiempos evaluados. Pero de forma global
el comportamiento intraoperatorio de la presión arterial media para ambos
grupos fue estable dentro de los parámetros hemodinámicos aceptados con
significación estadística de 0.01 y un p valor < 0.001.
En
cuanto al comportamiento de la frecuencia cardiaca el grupo A experimentó un
aumento significativo hacia el T1, pero dentro de rangos que no sobrepasaron el
20% estimado de variación hemodinámica aceptable, para luego disminuir cercano
a valores basales en el resto del tiempo quirúrgico. Diferente a lo ocurrido en
el grupo B que experimentó una disminución de la frecuencia cardiaca media
hacia el tiempo T1 tampoco clínicamente significativa y se mantuvo en ese orden
de frecuencias medias hasta que experimenta un aumento significativo en el T5, pero
sin recuperar los valores basales. El ANOVA medidas repetidas arrojó valores
para la prueba de efectos inter sujetos, una F de 340.26 con p<0.001 y un eta
cuadrado parcial de 0.89 para el efecto grupo. No hubo diferencias estadísticas
significativas para las medias de FC entre los grupos en el T0, una p=0.82,
para el resto de los tiempos las diferencias de medias fueron significativas y
todas fueron positivas cuando fueron estimadas entre el grupo A y el grupo B, con
una diferencia mínima en T5 de 8.9 y una máxima en T2 de 17.3.
Ahora,
en la Tabla 7 tenemos el análisis de
la asociación que existe entre la técnica anestésica empleada y los eventos que
se relacionan: hipotensión arterial, hipertensión arterial y necesidad de
rescate analgésico con fentanil, todos ellos en el intraoperatorio.
Tabla 7. Asociación tipo de
técnica anestésica empleada e incidencia de eventos de hipotensión, necesidad
de rescate analgésico e hipertensión arterial respectivamente en el
intraoperatorio |
|||||||
Efecto |
Hipotensión* |
Rescate** |
Hipertensión*** |
||||
Técnica |
si |
no |
si |
no |
si |
no |
|
AGI (A) |
2(9,1%) |
20(90,9%) |
12(54,5%) |
10(45,5%) |
10(45,5%) |
12(54,5%) |
|
AMELO (B) |
4(18,2%) |
18(81,8%) |
1(4,5%) |
21(95,5%) |
1(4.5%) |
21(95,5%) |
|
Fuente: Hoja de
recolección de datos.
|
|||||||
Notas:
* Chi-cuadrado de Pearson 0,77 (gl=1), p=0,38 con nivel de
significancia de 0,01, 2 casillas (50%) con recuento esperado menor que 5,
prueba exacta de Fisher p=0,66, V de Cramer de 0,13 y Phi de -0,13
(asociación muy débil e inversamente proporcional). ** Chi-cuadrado de Pearson 13,2 (gl=1),
p<0,001 con nivel de significancia de 0,01 ,0 casillas (0,0%) con recuento
esperado menor que 5, V de Cramer de 0,55 y Phi de 0,548 (asociación
moderadamente fuerte y directamente proporcional), *** Chi-cuadrado de
Pearson 9,81 (gl=1), p=0,002 con nivel de significancia de 0,01 ,0 casillas
(0,0%) con recuento esperado menor que 5, V de Cramer de 0,47 y Phi de 0,478
(asociación moderadamente fuerte y directamente proporcional) |
|||||||
En
primer lugar, para determinar la relación de asociación entre la variable independiente
técnica anestésica empleada y la variable dependiente hipotensión arterial
durante el intraoperatorio (ambas variables categóricas), se realizó la
presentación de los datos en tablas de contingencia 2x2 y se realizó el
análisis estadístico de Chi cuadrado de Pearson para un nivel de significancia
del 0.01, obteniéndose un valor de Chi cuadrado de Pearson de 0.77(gl=1) y una
p valor de 0.38; como la p valor es mayor al nivel de significancia alfa de
0.01 se acepta la hipótesis nula de la prueba estadística que nos dice que
entre las variables no hay asociación estadísticamente significativa, con la
probabilidad de un erro tipo I de solo un 1%. Y como se obtuvieron 2 casillas
con recuento esperado menor a 5 se realizó la prueba exacta de Fisher que nos
arrojó una p valor de 0.66, también se acepta por tanto la hipótesis nula
estadística, asumiendo que el tipo de técnica anestésica empleada no está
asociado con la presencia de eventos de hipotensión arterial en el
intraoperatorio, por lo tanto el comportamiento en los dos grupos en este
sentido es similar y no existen diferencias significativas para decir que una
técnica nos induce más que la otra hipotensión arterial en el transoperatorio.
Ahora
bien, en cuanto a la relación entre la técnica anestésica empleada con la
necesidad de rescate analgésico en el intraoperatorio se realiza igualmente una
prueba Chi Cuadrado de Pearson, cuyo valor del estadígrafo es de 13.2 (gl=1), y
un valor de p<0,001 para un nivel de significancia de 0,01 ,se obtuvieron 0
casillas (0,0%) con recuento esperado menor que 5; al ser el p valor menor al
nivel de significancia alfa se rechaza la hipótesis estadística nula y se
acepta la alternativa, para la cual si hay relación de asociación entre las
variables y por lo tanto se estima el valor V de Cramer que fue de 0,55 y Phi
de 0,548 esto se traduce que la asociación además de existir es moderadamente
fuerte y directamente proporcional, que significa que la necesidad de rescate
analgésico está asociada al empleo de la técnica anestesia general inhalatoria
empleada en el grupo A.
De
igual manera, se estimó la relación de asociación con la presencia de eventos
de hipertensión arterial, el cual tuvo un valor de Chi Cuadrado de Pearson 9,81
(gl=1), con una p=0,002 rechazándose la hipótesis nula en el nivel de
significancia de 0,01, 0 casillas (0,0%) con recuento esperado menor que 5, V de
Cramer de 0,47 y Phi de 0,478 para lo cual la asociación es moderadamente
fuerte y directamente proporcional al empleo de la técnica anestesia general
inhalatoria.
A estas
relaciones de asociación entre las técnicas anestésicas empleadas con los
eventos intraoperatorios evaluados también se le calculó su Odds Ratio (OR)
individual con nivel de significancia del 0.05 para intervalos de confianza del
95% de tal forma que la relación de asociación sea estadísticamente considerada
una relación causal.
Ver Gráfico 5, en el cual vemos reflejado
los valores de los OR: para la hipotensión arterial un OR de 0.45 con IC 95% de
0.07-2.76, en vista que el intervalo incluye el 1, se concluye que entre la
variable independiente técnica de anestesia empleada y la hipotensión arterial
no hay relación de asociación ni causal, con una probabilidad de cometer un
error tipo I de un 5%. Para la necesidad de rescate analgésico se tuvo el valor
de OR de 25.2 con un IC 95% de 2.86-221.7, y como no incluye al 1 en su
intervalo de confianza es estadísticamente significativa la relación
causa-efecto entre la técnica anestésica general inhalatoria con la necesidad
de rescates analgésicos en el intraoperatorio y una probabilidad asociada al OR
de 0.96, que se entiende como que es más probable en un 96% que se necesite de
recate analgésico en el grupo A frente a que se necesite rescate analgésico en
el grupo B en un 4%. Y finalmente, para el análisis de la ocurrencia de eventos
de hipertensión arterial se obtuvo un OR de 17.5 con IC 95% de 1.99-153.97, y
al no incluir tampoco al 1 en su intervalo de confianza la relación entre dar
anestesia general inhalatoria y la ocurrencia de eventos de hipertensión
arterial es significativa, entiéndase de la siguiente forma: la razón entre la
ocurrencia de eventos de hipertensión arterial vs que no se den, es 17.5 veces
mayor en pacientes del grupo A, o sea, en los que reciban anestesia general
inhalatoria, en comparación con los del grupo B. Y la probabilidad asociada a
su OR es de 0.94, es 94% más probable los eventos de hipertensión arterial en
aquellos pacientes que reciban anestesia general
inhalatoria
frente al 6% de probabilidad de desarrollar hipertensión arterial en los que
reciban AMELO.
Tabla 8: Dolor según score
EVA categorizado por grupos de estudio en las primeras 24 horas del
post-operatorio |
||||||
Tiempo |
Grupo |
sin dolor |
leve |
moderado |
severo |
|
0 |
(1 a 3) |
(4 a 6) |
(7 a 10) |
|||
0h |
A |
15(68%) |
2(9%) |
4(18%) |
1(5%) |
|
B |
22(100%) |
0 |
0 |
0 |
||
8h |
A |
2(9%) |
14(64%) |
5(22%) |
1(5%) |
|
B |
22(100%) |
0 |
0 |
0 |
||
16h |
A |
2(9%) |
2(9%) |
16(73%) |
2(9%) |
|
B |
12(55%) |
7(32%) |
3(13%) |
0 |
||
24h |
A |
1(5%) |
5(22%) |
9(41%) |
7(32%) |
|
B |
12(55%) |
10(45%) |
0 |
0 |
||
Fuente: Hoja de
recolección de datos. Nota: Análisis
estadístico con SPSS en ANOVA de medidas repetidas con un nivel de
significación de 0.01.
|
En relación
al dolor evaluado (ver Tabla 8)(Gráfico 6, en anexos) según el score
EVA en los tiempos 0 , 8, 16, y 24 horas en el postoperatorio para cada grupo
en estudio se tienen los siguientes resultados, el grupo B durante las primeras
8 horas no experimentó dolor, el 100% de los pacientes referían un EVA de 0
puntos, y el dolor experimentado a las 16 y 24 horas fue categoría leve, con
medias de 1.23 y 0.82 respectivamente, en
ningún momento de las 24 horas los pacientes necesitaron rescate
analgésico con opioides, solo recibieron dosis suplementarias de Bupivacaína al
0.0625% en bolos cada 2 horas volumen 12 cc si manifestaban la necesidad de
analgesia. No sucedió lo mismo en el grupo A, teniendo un 68% a las 0 horas, en
sala de recuperación post anestésica dolor leve, promedio 1.32 que requirieron
rescate con ketoprofeno 100 mg EV más dipirona 1 g IM, con alivio del dolor
satisfactorio. Pero se registró desde la hora 0 que ya este grupo tenía un
paciente para un 5% que experimentó dolor severo, y a las 8 horas igual 5%, a
las 16 horas se incrementó a un 9% y finalmente a las 24 horas un 32%. Para el
análisis estadístico se usó el SPSS una corrida de ANOVA con medidas repetidas
para un nivel de significación de 0.01. Según las pruebas univariadas tuvo una
F de 57.9(gl=1), prueba el efecto del grupo a que pertenece cada paciente sobre
su EVA, con un eta parcial al cuadrado de 0.58 que refiere que la potencia de
la prueba es alta de un 58% en estimar las diferencias estadísticamente
significativas entre las variaciones por tiempo de las medias marginales
estimadas debido al efecto que tiene el grupo al que pertenecen, reportando un
p valor menor a 0.0001 por lo que se rechaza la hipótesis estadística de
nulidad y se acepta la alternativa, que refiere que existen diferencias
significativas entre las medias en cada tiempo evaluado según grupos de
estudio. Ahora bien, para las pruebas multivariantes donde cada F prueba el
efecto multivariante del Tiempo, se basan en las comparaciones por parejas
linealmente independientes entre las medias marginales estimadas, se tienen unas
F iguales para Lambda de Wilks, Traza de Pillai, Traza de Hotelling y Raíz
mayor de Roy de 57.97 (gl=3), con un eta cuadrado parcial de 0.83 que refiere
una potencia de 83% atribuible al efecto tiempo en las variaciones del EVA. En
resumen, las diferencias del EVA evaluadas para cada grupo y en todos los
tiempos son mayormente atribuibles al factor tiempo que al factor grupo. Para
todas las comparaciones por parejas entre el grupo control y el experimental
las diferencias fueron significativas, y en las variaciones del EVA dentro del
grupo control hubo diferencias significativas entre la hora 0 y la hora 8, pero
no hubo diferencias significativas entre las 16 y 24 horas, asumiendo entonces
que el grupo que recibió anestesia general inhalatoria tuvo dolor leve hasta
las primeras 8 horas con un IC 98% de 1.9-3.8. Y para el grupo experimental,
todas las comparaciones de las medias del EVA en todos sus tiempos no tuvieron
diferencias estadísticamente significativas, y fue solo en dos evaluaciones que
tuvieron dolor leve, a las 16 y 24 horas para un IC 98% de 0.7-2.5.
DISCUSIÓN
A
partir de los hallazgos encontrados, se aceptó la hipótesis de que la técnica
anestésica AMELO empleada se asocia con mejor control de la respuesta inflamatoria
e inmune respectivamente en las cirugías oncológicas. Y por lo tanto la futura
aplicación de esta técnica anestésica podría tener implicaciones prácticas en
los outcomes de las cirugías oncológicas practicadas, con tasas inferiores de
morbi-mortalidad, para lo cual futuros estudios son necesarios para comprobar
la existencia de resultados similares en diseños ortogonales.
Limitaciones
del estudio estuvieron en las variaciones intrasujetos con relación a sus
necesidades analgésicas, y el no haber contado con un diseño ortogonal en
cuanto a los diagnósticos pre operatorios y técnicas quirúrgicas empleadas;
entendido que el tamaño de la incisión quirúrgica, y la magnitud del daño
tisular se relaciona con la respuesta inflamatoria de forma directa y
proporcional. Dichas limitaciones fueron controladas dado los valores sin
diferencias significativas en el pre operatorio de las variables
independientes. Además, se cumplió con un proceso de muestreo con criterios de
inclusión y exclusión, y pruebas estadísticas paramétricas potentes con nivel
de significancia de 0.01 y con un tamaño muestral suficiente para no cometer un
error beta de 5% que es aquel error que se comete al aceptar la hipótesis nula
cuando esta sea falsa, es decir, la probabilidad de falsos negativos.
No
existen estudios previos en donde se haya evaluado la respuesta inflamatoria e
inmune en pacientes oncológicos al recibir específicamente anestesia multimodal
endovenosa sin opioides y combinada con analgesia peridural, con el uso de
drogas específicas de este estudio; y por ello se revisó algunos estudios,
donde se evaluó los valores de PCR en unos, y en otros el INL para diferentes
momentos del perioperatorio en relación a diferentes técnicas anestésicas
empleadas.
Según
refiere Martínez HY (2016), en su tesis para optar al título de especialista en
anestesiología, en la Universidad Nacional Autónoma de México, existe relación
de incremento entre el índice neutrófilos/linfocitos de las pacientes sometidas
a mastectomía radical con anestesia general balanceada. Sus resultados son
consecuentes con los nuestros en razón a que la anestesia general con agentes
inhalados y opioides se ve que guarda relación directamente proporcional al
incremento de los valores del INL, pero hay sesgos intragrupales en su estudio,
al incluir pacientes que han recibido transfusiones sanguíneas, drogas
inmunosupresoras tanto previos como posteriores al tratamiento quirúrgico, y es
conocido que estos son factores independientes que alteran muy
significativamente la respuesta inmune del organismo.
De forma
tal que partiremos de nuestro primer objetivo, y en cuanto a la caracterización
del grupo A y el B, ambos no tuvieron diferencias estadísticamente
significativas en cuanto a las variables demográficas. Los valores pre
operatorios de PCR fueron de 0.79 y 0.75 respectivamente para los grupos A y B,
no siendo diferentes estadísticamente con una p valor de 0.77, por lo que son
consideradas las medias iguales. Y para el valor pre operatorio del INL tenemos
2.86 para ambos grupos A y B, con una p valor de 0.98, aceptando la hipótesis
nula de igualdad de las medias.
En
cuanto al segundo objetivo, en relación a los valores de PCR a las 48 horas
tenemos una relación estadísticamente significativa entre obtener valores
mayores en los que recibieron anestesia general inhalatoria pertenecientes al
grupo A en comparación al grupo B, que recibió AMELO y tuvo valores muy bajos.
Si
vemos la relación de la técnica anestésica empleada con la variación de los
valores que tenían en el preoperatorio a los que luego se identificaron en el
postoperatorio, para ambas variables (PCR e INL); ambas experimentaron un
aumento y en ambos grupos estudiados, siendo el aumento sobre los valores
basales estadísticamente significativo se puede inferir que cualquiera de las
técnicas anestésicas empleadas no evitan el aumento de los valores respectivos,
lo cual es una evidencia de la respuesta del organismo ante la agresión
quirúrgica; el punto de observación está en cuál técnica anestésica de las
estudiadas logra mejor modulación de ambas respuestas. Y se encuentra hasta el
momento que para el grupo control, tanto los valores de PCR como los de INL son
superiores en las 48 horas tras la intervención en comparación con los valores
del grupo B. Por lo que los resultados de este estudio guardan relación con lo
que sostiene en sus estudios Hans Jorge Nielsen (2000) en el cual sostiene que
no solo guarda relación con la técnica anestésica empleada los valores
obtenidos en el post operatorio, sino que también se relaciona con el estadio
tumoral, y otras variables independientes tales como el haber recibido
transfusiones sanguíneas.
Así
mismo, Nora María Moselli (2011) sostiene en su estudio que la analgesia
epidural intraoperatoria previene la pronta respuesta pro-inflamatoria
secundaria al trauma quirúrgico. Y en lo que respecta a las variables de
medición empleada se hizo valer en su estudio de mediciones de varias
interleuquinas, en cambio el actual estudio lo hizo obteniendo los valores de
PCR e INL.
En
relación al tercer objetivo, la determinación de puntos de corte óptimos para
evaluar a una técnica anestésica en su objetivo de lograr una mejor modulación
de la respuesta ante el trauma quirúrgico, es evidente que el punto de corte
estimado para la PCR resulta de gran utilidad y es equiparable a lo que para
otros estudios es estimado en valores similares a 2 y 2.4 respectivamente,
según Mirellis (2011) y Velázquez (2015), en tales estudios estos valores
fueron el corte para estimar la relación con complicaciones en el
postoperatorio, de pacientes con cáncer
de colon, recto y próstata respectivamente. No sucede lo mismo para el valor de
corte estimado de INL, el cual no demuestra diferencias estadísticamente
significativas entre ambos grupos, pero si hay mejor respuesta inmune en el
grupo experimental con bajos niveles de INL en comparación al grupo control, y
la diferencia resulta significativa. Estos resultados guardan relación con lo
que sostiene Jun Zhu (2017) en su estudio ¨Effects of combined epidural and
general anesthesia on intraoperative hemodynamic responses, postoperative
cellular immunity, and prognosis in patients with gallbladder cancer¨ en dónde provee evidencia que la anestesia
general combinada con analgesia epidural provee mejores resultados y óptimos de
la respuesta inmune celular.
Los
objetivos 4 y 5 guardan relación con el análisis y la discusión realizada y se
complementan en el orden estadístico, siendo planteados para apoyar la
evaluación final de la respuesta inflamatoria e inmune en relación a la técnica
anestésica empleada. Es por ello que el autor emite juicio propio a favor del
empleo de la técnica AMELO gracias a la mejor modulación de la inflamación y
del sistema inmune tras la injuria quirúrgica.
Finalmente,
en cuanto al comportamiento de las variables hemodinámicas durante el
intraoperatorio y los eventos adversos de hipo e hipertensión arterial, y en
cuanto a la necesidad de rescate analgésico intraoperatorio para las dos
técnicas anestésicas evaluadas en el presente estudio, estos resultados son
consistentes con los obtenidos por Jun Zhu (2017) igualmente. Según Zhu, dónde
compara la anestesia general inhalatoria con sevorane más remifentanil frente a
la general endovenosa con midazolam, remifentanil y analgesia epidural, en su
estudio se obtiene mejor atenuación de los cambios hemodinámicos
intraoperatorios, menos eventos de hipertensión arterial y mayor estabilidad de
la presión arterial y la frecuencia cardíaca, siendo las medias similares a las
obtenidas en el estudio actual. Pero en lo que no concuerda el estudio de estos
autores con el presente, es que para el grupo que recibió analgesia epidural se
mantuvo la anestesia también con remifentanil en infusión, y el anestésico
local empleado fue la levobupivacaina.
AGRADECIMIENTOS
El
mérito de motivarme a realizar mi trabajo de grado sobre este tema, es
realmente del Dr. Lino Becerra, el que fue capaz de guiarme siempre a buscar
razones más allá de lo simple y me exigió siempre dar más, por ello no puedo
dejar de agradecerle la formación que me proporcionó y la dureza de carácter
también necesaria para no permitirme salir del camino trazado durante estos
tres años de formación. ¡A Giokonda, imposible no darle mucho más que gracias,
es que en todo me has ayudado y en todo momento has estado, por eso… sin
palabras... no hubiese podido sin ti! Eduardo, aun en la distancia me has
apoyado, y este proyecto terminado es también gracias a ti y porque espero que
aun estés más orgulloso de mi.
También
mi agradecimiento a las asesoras metodológicas del departamento de postgrado de
nuestra institución, que no se cansaron de revisarnos los borradores, una y
otra vez, aprendí a tener paciencia y a aceptar sugerencias. Gracias a Mirlay
por su colaboración y el pendrive, si… ese detalle que me ayudó en tantos
momentos. No puedo dejar de agradecer a nuestro grupo de compañeros de
promoción, la IV Promoción de Anestesiólogos del Hospital Dr. Luis Razetti, nos
auto llamamos ¨La Resistencia¨ porque venciendo obstáculos y limando
diferencias permanecimos juntos hasta el final. Y sin más quiero agradecerle a
Dios porque el camino no fue fácil, y en ello aprendí a valorar más mis logros.
Esta
obra reflejo de tres años de estudio y trabajo se la dedico a la persona que
más amo en este mundo y que quizás no me recuerde, no pueda verme, quizás… pero
te la dedico mi vieja, mi abuelita, mi vida. Te amo.
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ANEXOS
Gráfico 3:
Gráfico 4:
Gráfico 6: