Grace Kelly Piscoya Vera https://orcid.org/0009-0007-4065-6839 John Hitler Mena Dávila https://orcid.org/0000-0002-3632-6550 Pontificia Universidad Católica del
Perú, Lima - Perú
Recibido 30 de Mayo 2022 | Arbitrado y aceptado 12
de Setiembre 2022 | Publicado el 04 de Abril 2023 RESUMEN La economía digital
es una tendencia mundial y la misma se intensificó durante la pandemia que
azotó el mundo entero, razón por la cual en la actualidad las
instituciones públicas deben invertir en tecnología para poder adaptar los
procedimientos administrativos a los procedimientos administrativos
electrónicos, eliminando las barreras de tiempo y espacio con el propósito
de mejorar la calidad y transparencia del servicio público. La Aduana es la
puerta de entrada y la puerta de salida de las personas y las mercancías
que son objeto del comercio exterior, razón por la cual la Aduana digital
es un imperativo categórico en el contexto de la economía digital, siendo
indispensable para la digitalización total de los procedimientos aduaneros
un marco normativo idóneo tanto en la ley del Procedimiento Administrativo
General, como en la ley General de Aduanas que es la norma especial en
materia aduanera. La pandemia
evidenció las falencias en la logística del comercio exterior peruano y
sobre todo la falta de tecnología en los procedimientos aduaneros a pesar
de que, desde hace algo más una década, en el Perú se venían
experimentando importantes cambios normativos relacionados con el uso
intensivo de tecnología, transmisiones electrónicas y plataformas
digitales orientadas a evitar el contacto físico entre personas y a
propender el no uso de papeles. Las necesidades
mundiales derivadas de la pandemia en relación con reducir los impactos
negativos en los flujos comerciales internacionales justificaron la
preocupación de instituciones supranacionales como la Organización Mundial
de Aduanas (OMA) quien, en base a mejores prácticas, emitió una serie de
recomendaciones para hacer frente a esta coyuntura especial. En el Perú se
realizaron una serie de disposiciones para restablecer y fortalecer la
cadena logística internacional, a través del trabajo conjunto del sector
público con el privado, el sector público realizó las modificaciones
legislativas y normativas idónea y necesaria, por su parte el sector
privado realizó las inversiones necesarias para poder abastecer al mercado
de los bienes y servicios demandados. En ese contexto,
resulta evidente la necesidad material y jurídica de tener una aduana
digital donde el documento electrónico tenga la misma validez que el
documento físico, el principio de presunción de veracidad sea aplicado en
su real dimensión y los procedimientos aduaneros sean cien por ciento
digitales. ABSTRACT The digital economy is a global trend and it
intensified during the pandemic that hit the entire world, which is why
currently public institutions must invest in technology to be able to
adapt administrative procedures to electronic administrative procedures,
eliminating barriers of time and space with the purpose of improving the
quality and transparency of the public service. Customs is the entrance door and the exit
door for people and goods that are the object of foreign trade, which is
why digital Customs is a categorical imperative in the context of the
digital economy, being essential for total digitization of customs
procedures an ideal regulatory framework both in the General
Administrative Procedure Law, and in the General Customs Law, which is the
special norm in customs matters. The pandemic evidenced the shortcomings in
the logistics of Peruvian foreign trade and, above all, the lack of
technology in customs procedures despite the fact that,
for a little over a decade, Peru had been experiencing important
regulatory changes related to the intensive use of technology, electronic
transmissions and digital platforms aimed at avoiding physical contact
between people and promoting the non-use of papers. The global needs derived from the pandemic
in relation to reducing the negative impacts on international trade flows
justified the concern of supranational institutions such as the World
Customs Organization (WCO) who, based on best practices, issued a series
of recommendations to deal with at this special juncture. In Peru, a series of provisions were made to
restore and strengthen the international logistics chain, through the
joint work of the public and private sectors, the public sector made the
appropriate and necessary legislative and regulatory changes, for its part
the private sector carried out the necessary investments to be able to
supply the market with the goods and services demanded. In this context, it is evident the material
and legal need to have a digital customs office where the electronic
document has the same validity as the physical document, the principle of
presumption of veracity is applied in its real dimension and customs procedures
are one hundred percent digital. RESUMO A Alfândega é a porta de entrada
e a porta de saída das pessoas e mercadorias que são objeto do comércio
exterior, razão pela qual a Alfândega digital é um imperativo categórico
no contexto da economia digital, sendo essencial para a digitalização
total dos procedimentos aduaneiros um quadro regulamentar ideal tanto na
Lei Geral do Processo Administrativo, como na Lei Geral Aduaneira, que é a
norma especial em matéria aduaneira. A pandemia evidenciou as
deficiências na logística do comércio exterior peruano e, sobretudo, a
falta de tecnologia nos trâmites aduaneiros, apesar de, há pouco mais de
uma década, o Peru ter passado por importantes mudanças regulatórias
relacionadas ao uso intensivo de tecnologia , transmissões eletrónicas e
plataformas digitais destinadas a evitar o contacto físico entre as
pessoas e a promover a não utilização de papéis. As necessidades globais derivadas
da pandemia em relação à redução dos impactos negativos nos fluxos de
comércio internacional justificaram a preocupação de instituições
supranacionais como a Organização Mundial de Alfândegas (OMA) que, com
base nas melhores práticas, emitiu uma série de recomendações para lidar
com esta conjuntura especial. No Peru, foram tomadas uma série
de disposições para restaurar e fortalecer a cadeia logística
internacional, através do trabalho conjunto dos setores público e privado,
o setor público fez as mudanças legislativas e regulamentares oportunas e
necessárias, por sua vez, o setor privado realizou os investimentos
necessários para poder abastecer o mercado com os bens e serviços
demandados. Neste contexto, é evidente a
necessidade material e jurídica de existir uma estância aduaneira digital
onde o documento eletrónico tenha a mesma validade do documento físico, o
princípio da presunção de veracidade seja aplicado na sua dimensão real e
os procedimentos aduaneiros sejam cem por cento digital.
A economia digital é
uma tendência mundial e intensificou-se durante a pandemia que atingiu
todo o mundo, razão pela qual atualmente as instituições públicas devem
investir em tecnologia para poderem adaptar os processos administrativos
aos processos administrativos eletrónicos, eliminando barreiras de tempo e
espaço com o objetivo de melhorar a qualidade e a transparência do serviço
público.
La aduana es una institución
encargada por mandato legal del control del ingreso, salida y permanencia de
las mercancías objeto del comercio internacional, teniendo un rol subsidiario
en la recaudación, pero un rol sustancial en el control de las mercancías que
ingresan y salen del territorio aduanero peruano, sobre todo en el contexto de
la economía digital, donde la tendencia global exige a la aduana un control mas
eficiente y a la vez menos intrusivo, con el propósito de garantizar el libre
flujo comercial.
Las aduanas de América Latina y el
Caribe (ALC) tienen la posibilidad de aprovechar nuevas tecnologías e
innovaciones para impulsar su transformación digital y agilizar los procesos de
logística del comercio exterior, lo que puede contribuir a mejorar la competitividad
y al crecimiento de las economías de sus países.
La pandemia realzó la importancia del
comercio y de la logística del comercio exterior. Si bien COVID-19 suspendió a
nivel global la cotidianidad de la vida desde marzo de 2020, la actividad comercial,
aun con las consabidas disrupciones ocasionadas por las restricciones del
transporte internacional y de las políticas de aislamiento social, dio lugar a
considerables incrementos en el comercio electrónico y digital. Según un reporte de Amazon, sus ventas netas
internacionales aumentaron en un 28,3% entre el primer semestre
de 2020 y ese mismo período en 2019.
En particular, la pandemia puso a
prueba las capacidades de respuesta de las aduanas, al evidenciar las oportunidades que
presentan los procesos de transformación digital. Una buena parte de la aceleración
en la adopción digital en las aduanas fue causada por la urgencia en el
despacho de mercancías críticas para atender la emergencia y mantener el flujo
del comercio regular.
Desde antes de la pandemia, ALC se
encontraba rezagada frente a Norteamérica, Europa y Asia en la implementación
de los compromisos adquiridos en el marco del Acuerdo de Facilitación del
Comercio de la Organización Mundial del Comercio, según datos de 2019. Por lo
que la región necesita aún generar eficiencias en la logística de su comercio
internacional.
De
acuerdo con Llerena Aybar (2020) Los avances del
servicio aduanero de la Sunat en materia de
digitalización y simplificación nos permitió mantener la operatividad,
agilizando los procesos para enfrentar esta nueva realidad, teniendo el reto de
acelerar y profundizar nuevas mejoras, ello en trabajo conjunto de los sectores
público y privado, camino a consolidarnos como una aduana digital.
Manifestó
la superintendente que durante esta etapa ha sido fundamental poner en práctica
y complementar las fortalezas de la Aduana en materia de virtualización de
procesos y sistemas capaces de soportar un intenso trabajo remoto desde el
primer día de la declaración de la emergencia sanitaria nacional y, por otro
lado, activar medidas inmediatas, tanto operativas como cambios en los
procedimientos, y el impulso de normas para paliar el impacto negativo.
Como
efecto de esta emergencia se produjo la contracción de nuestras exportaciones e
importaciones, las cuales han impactado negativamente en la recaudación fiscal.
Sin embargo, es alentador saber que durante esta pandemia se produjo el aumento
en las exportaciones de algunos productos no tradicionales, como uvas frescas,
paltas, mangos, kión, entre otros, que con gran
esfuerzo siguen posicionando a nuestros productos en el mercado internacional.
Por
lo tanto, la pandemia y las reglas de la economía digital han acelerado el
proceso de implementación de la Aduana Digital, donde el uso de la tecnología y
la inteligencia artificial es un imperativo para el Estado y en especial para
la autoridad aduanera, con el propósito de brindar un servicio aduanero de
calidad, transparente y que contribuye en el libre flujo de las mercancías
objeto del comercio exterior.
Algunos
de los elementos transformadores e innovadores de la gestión aduanera que los
países pueden poner en marcha con el uso de nuevas tecnologías, se encuentran
la optimización, automatización y digitalización de procesos aduaneros y
fronterizos. Estos se erigen como las piedras angulares del esfuerzo
modernizador y sirven de base para generar los datos de calidad necesarios para
implementar sistemas de gestión de riesgos robustos y efectivos.
En
ese orden de ideas, la capacidad de las aduanas de obtener, procesar y analizar
una gran cantidad de datos de calidad es clave para que las cadenas regionales
de valor se fortalezcan y sean ágiles y seguras. Asimismo, la automatización
requiere otros componentes innovadores como la utilización de la firma
electrónica y de mecanismos de autenticación de los servidores aduaneros y los
operadores de comercio exterior.
Otro
de los elementos sustanciales de la virtualización es la trazabilidad
de las mercancías. Nuevas tecnologías como los sistemas de
identificación por radio frecuencia (RFID), el Internet de las Cosas (Iot),
instrumentos para la geolocalización, los precintos electrónicos para las
puertas de contenedores y remolques, y lectores OCR de matrículas, entre otros,
permiten rastrear los cargamentos, los vehículos y a las personas que los
transportan, mejorando la calidad del servicio público y privado en relación al
movimiento físico de mercancías.
Estos
sistemas se pueden desplegar en puntos críticos de los territorios, como en
corredores viales que conectan con pasos de frontera terrestres, puertos y
aeropuertos, así como en centros de producción y depósitos fiscales. Un ejemplo
es el sistema desarrollado
en Brasil con el objetivo de trazar y rastrear vehículos de carga,
embalajes y productos, integrando dicha información con los documentos fiscales
electrónicos. Asimismo, la trazabilidad física puede acompañarse con la
documentada de forma digital proveniente de los datos de cada transacción.
Los
datos que las aduanas capturan tienen un inmenso valor para la gestión del
riesgo aduanero y fronterizo al digitalizarlos y asociarlos con los documentos
de transporte y de las mercancías (manifiestos de carga, conocimientos de
embarque, datos de las declaraciones de aduanas, y facturas electrónicas). Una
vez capturados los datos, la aplicación de herramientas de inteligencia
artificial, aprendizaje automatizado (machine learning) y big
data permiten procesar y analizar grandes volúmenes de información para la
identificación de patrones y vínculos complejos de operaciones de riesgo y fraude.
Para
beneficio de las cadenas de suministro y de la logística de comercio exterior,
es importante además que estos procesos de uso de nuevas tecnologías se
realicen en un contexto de Gestión
Coordinada de Fronteras entre las aduanas y el resto de las entidades
involucradas en procesos fronterizos.
Esa
coordinación se agiliza con la interoperabilidad entre las autoridades y los
operadores económicos a través de las Ventanillas
Únicas de Comercio Exterior (VUCE) o los Sistemas
de Comunidad Portuaria, para reducir tiempos y costos de los operadores e
incrementar las capacidades de control. Por ejemplo, la adopción de la VUCE
en Costa Rica está asociada con un crecimiento del 1,4 puntos
porcentuales de las exportaciones de las empresas que hicieron uso de las
ventanillas en comparación con las que no las utilizaron.
La
oportunidad también se presenta para fomentar y fortalecer cadenas regionales
de valor con iniciativas de interoperabilidad entre sistemas de aduanas y otras
entidades fronterizas, como por ejemplo a través de la Plataforma
Digital de Comercio Centroamericana (PDCC), y la aplicación CADENA que,
utilizando blockchain, facilita el intercambio de datos de
empresas certificadas por su confiabilidad, como los Operadores Económicos
Autorizados.
Finalmente,
los elementos anteriores no serían efectivos sin una infraestructura funcional
en los puestos de entrada y salida de las mercancías en las fronteras
terrestres, puertos marítimos y aeropuertos. Igualmente, no tendría el mismo
efecto si la infraestructura no cuenta con sistemas tecnológicos más avanzados
para los controles de ingreso, salida, inspección y monitoreo. El proyecto
de Integración
Tecnológica Aduanera (PITA) de la Aduana de México es un ejemplo de
intervención integral de tecnología e infraestructura fronteriza. Siguiendo en
esta línea de modernización, las aduanas de Nicaragua, Costa
Rica y Panamá,
con apoyo del BID, llevan a cabo un proceso de reforma de sus pasos de frontera
que incluye las instalaciones de frontera y la incorporación de últimas
tecnologías.
Como
lo manifestará Oyarse (2019) Es muy encomiable el hecho que la Administración
Pública desarrolla diversas iniciativas para simplificar los procedimientos
administrativos. Un ejemplo reciente es la difusión de un nuevo servicio que
consiste en la posibilidad de obtener los certificados de antecedentes policiales
de manera digital, la implementación de las mesas de partes virtuales y el
consecuente derecho de presentar documentación hasta las 23:59 y la misma sea
considerada como presentada en el día hábil de su ingreso por la citada
plataforma digital.
Nos
dirigimos hacia una nueva era digital que se caracteriza por brindar a los
usuarios el acceso al servicio público sin barreras de tiempo y espacio, donde
la simplificación de los trámites administrativos es un imperativo categórico y
social. En ese sentido, la dinámica del comercio exterior exige cambios
normativos urgentes para la plena implementación de la aduana digital y la
virtualización de todos los procedimientos, dentro de los cuales encontramos el
proceso de valoración aduanera, clasificación arancelaria y el procedimiento
contencioso tributario aduanero, donde sería muy importante el uso de la
Inteligencia Artificial, el mismo que debe ser nutrido con los criterios
jurisprudenciales de la Corte Suprema, El Tribunal Constitucional y no sólo del
Tribunal Fiscal.
En
ese orden de ideas, los servicios aduaneros se deben ir modernizando, al ser la
Aduana una institución pública que tiene participación en diferentes etapas de
los negocios internacionales, y recibe de primera fuente los efectos de la
globalización, que consisten en el uso frecuente de las TIC para mejorar la
eficiencia y transparencia del servicio público de naturaleza aduanera.
Es
así como nos encontramos recorriendo un largo camino que, tuvo como punto de
partida el Proyecto “Sistema de Despacho Aduanero” (SDA), el cual se basa
fundamentalmente en tres componentes: a) SEIDA (Sistema Electrónico de
Intercambio de Documentos Aduaneros): Que permite a los diversos operadores
transmitir vía electrónica sus diferentes transacciones, b) Portal del
Operador (Internet): Es un componente de interoperabilidad entre
Aduanas y los Operadores de Comercio Exterior (OCE) a través de la “Clave SUNAT
Operaciones en Línea” (Clave SOL), c) Portal del Funcionario
Aduanero (Intranet): Herramienta que permite a los especialistas,
oficiales de aduanas y jefes de unidad, interactuar con flujos de trabajo y
gestionar su cartera de operaciones (Oyarse, 2019).
3.1.
Mandato electrónico
Para
entender la actualidad de estas modificaciones, es necesario remitirnos al
Decreto Legislativo N° 1433, norma que comprendió, básicamente, cinco aspectos
fundamentales:
Como
puede evidenciarse, uno de los ejes fundamentales fue la modernización de la
gestión del Estado; es decir, continuar avanzando en la eliminación de trabas
burocráticas, simplificación de trámites administrativos y el uso de la
tecnología como mecanismo de acceso directo a los servicios públicos.
Así
tenemos que, por ejemplo, se abordó el tema del mandato con representación, el
cual consiste en el “acto por el cual el dueño, consignatario o
consignante encomienda el despacho aduanero de sus mercancías a un agente de
aduana, que lo acepta por cuenta y riesgo de aquellos, [..] que se regula por
la Ley general de Aduanas y su Reglamento y en lo no previsto en éstos por el
Código Civil”. Dicho mandato puede ser realizado de la forma
tradicional, es decir, endosando el documento de transporte o emitiendo un
poder especial ante un Notario Público o utilizando el medio electrónico disponible
en el Portal Institucional de la SUNAT.
En
relación con esta última modalidad electrónica, el legislador derivado anunció
mediante el Decreto Legislativo N° 1433 que el reglamento establecerá los supuestos
en que el mandato electrónico será obligatorio. Situación que nos permite
colegir que dicha medida legislativa busca incrementar el número de
importadores y exportadores que utilicen este procedimiento para otorgar
mandatos electrónicos, como un mecanismo para facilitar el comercio exterior.
3.2.
Operadores de Comercio
Exterior
El
citado dispositivo legal, estableció como hecho inédito la clasificación de
tres tipos de operadores: a) operador de comercio exterior, b) operador
interviniente y c) el tercero. Así tenemos que, para los
operadores de comercio exterior se estipulan requisitos para su
autorización como tal, los mismos que serán establecidos en el reglamento
conforme a determinados lineamientos, entre los que destaca:
a)
Trazabilidad de sus operaciones: Lo cual
significa que debe “contar con un sistema informático y de control
interno que asegure la trazabilidad de operaciones y mercancía, así como la
confiabilidad de la información registrada y, de corresponder, permita el
acceso permanente en línea a la Administración Aduanera””.
b)
Sistema de calidad: Que consiste entre otras consideraciones en “contar
con un portal corporativo que permita a sus clientes conocer el estado del
servicio contratado y manifestar sus reclamos o quejas”.
Estos
dos requisitos ya nos anuncian grandes cambios en la forma que vienen
cumpliendo su labor los agentes de carga internacional, agentes de aduana,
transportistas, almacenes aduaneros y otros. Es preciso añadir que los
operadores de comercio exterior tendrán en este nuevo marco jurídico, plazos de
autorización perentorios que como mínimo debe comprender tres años, por lo que
transcurrido dicho tiempo deberán renovar dicha autorización demostrando el
cumplimiento de los requisitos exigidos por ley.
Es
importante manifestar, que se concluye una etapa en que las autorizaciones eran
otorgadas con plazo indeterminado, para migrar hacia una etapa donde se exige
el cumplimiento de los presupuestos establecidos por el legislador derivado en
materia aduanera, basada entre otros factores, en la implementación de sistemas
electrónicos para el monitoreo de sus operaciones logísticas con especial
énfasis en el movimiento de mercancías, personas y medios de transporte.
3.3.
Categorías de operadores del comercio exterior
El artículo
22° de la nueva Ley General de Aduanas, prescribe que los operadores de
comercio exterior tendrán que desempeñar sus funciones y responsabilidades con
mayor esmero, por cuanto, al terminar cada año, serán materia de evaluación
para efecto de asignarles una categoría o estatus que tendrán dos factores
básicos para su medición:
a)
Nivel de
cumplimiento. – Este factor se refiere específicamente al cumplimiento estricto
de todas las obligaciones previstas en la ley como operador de comercio
exterior, para efecto de evitar incurrir en infracciones aduaneras que podrían
afectar su récord o categoría.
En
este aspecto, surge el enorme desafío de identificar aquellas infracciones que
desde el punto de vista objetivo correspondan a hechos propios del operador de
comercio exterior y la comprobación que no estaría actuando con la diligencia
debida para cumplir con aquellas obligaciones que pertenecen a la identidad o
naturaleza propia de aquel operador. Citamos a manera de ejemplo, la obligación
de los agentes de aduana de asignar la subpartida arancelaria correcta para la
mercancía sometida a despacho aduanero, partiendo del criterio que dicha labor
se realiza en base a sus conocimientos, experiencia y preparación en los temas
de nomenclatura y merceología.
b) Calidad del servicio prestado. – Este factor nos anima a
reflexionar respecto a la forma en que deberá medirse, partiendo de la premisa
que se trataría de implementar un sistema de medición con datos objetivos y
cuantificables. Para lo cual, se requiere el auxilio de la tecnología que
permita recoger las calificaciones, reclamos o quejas de los clientes o
usuarios de los servicios aduaneros que brindan los diferentes operadores de
comercio exterior.
Podría
tratarse por ejemplo de un aplicativo implementado en el Portal Institucional
de cada operador de comercio exterior, el mismo que permita a sus clientes
registrar su grado de satisfacción o insatisfacción respecto al servicio
recibido. Siendo un tema bastante sensible y en algunas ocasiones subjetivo, se
requiere definir los aspectos técnicos que permitan cumplir con la medición de
este factor sin afectar los principios rectores de la legislación aduanera como
son el principio de facilitación de comercio exterior, así como presunción de
veracidad y buena fe.
Cabe
mencionar que las categorías que se asignen a cada operador de comercio
exterior en base a los factores de medición mencionados anteriormente, y quizás
otros que se detallen en el reglamento, servirán para:
En
ese sentido, queda claro que estas nuevas reglas de juego que se están
anunciando para los operadores de comercio exterior, se orientan a fortalecer
no solo la calidad del servicio que vienen prestando a los usuarios aduaneros,
sino la posibilidad real de acercarnos a una Aduana Digital basada en la mejora
constante de todos sus procesos.
3.4.
Programa de
Facilitación Aduanera, Seguridad y Transparencia
Para
facilitar el comercio exterior y encontrar un camino que nos conduzca de manera
directa hacia la Aduana Digital, nos vamos a referir al Programa de
Facilitación Aduanera, Seguridad y Transparencia (FAST)., el cual consiste en
una iniciativa que plantea facilitar, agilizar, automatizar y transparentar los
procesos de entrada y salida de mercancías en las aduanas del país, así como en
los procesos complementarios de control de operadores. Su principal
característica es que no solo está orientado a mejorar la calidad del servicio
que se brinda al usuario aduanero, también se trata de procesos transversales
de gestión de riesgo y seguridad de la cadena logística.
Este
proceso de implementación progresiva del mencionado Programa en los diferentes
regímenes y trámites aduaneros viene siendo difundido desde el Portal
Institucional, con el propósito de que sean los mismos usuarios quienes sean
los principales promotores de las bondades o ventajas que ofrece su diseño
actual.
Es
necesario resaltar que los objetivos de este programa son los siguientes:
·
Facilitar, agilizar,
virtualizar y transparentar trámites del comercio exterior.
·
Reducir drásticamente
tiempos y costos.
·
Fortalecer la
trazabilidad y seguridad en el comercio exterior.
·
Segmentar operadores
en función al riesgo.
·
Fortalecer y
modernizar presencia en fronteras: gestión coordinada.
·
Replanteamiento del
modelo sancionatorio.
·
Incrementar
cumplimiento tributario y aduanero
Como
puede observarse, se trata de una herramienta informática de mucha utilidad que
sirve para los operadores de comercio exterior, los operadores
intervinientes y la propia Administración Aduanera, por lo que su proceso
de implementación en el corto plazo va a generar mayores beneficios.
En la
actualidad resulta indispensable el uso de la Inteligencia Artificial (En
adelante IA) para la simplificación del procedimiento de valoración aduanera y
el procedimiento de clasificación arancelaria, con el propósito de brindar un
servicio aduanero rápido y efectivo, para lo cual resulta necesario nutrir al
Robot encargado de dichos procedimientos, respectos de los criterios
jurisprudenciales del Poder Judicial y del Tribunal Fiscal en relación a la
determinación del valor aduanero y la asignación de la subpartida de la
mercancía sometida al control aduanero.
4.1.
Valoración Aduanera
Resulta
un imperativo para la aduana realizar el procedimiento de valoración aduanera
con el uso de la IA, con el propósito de eliminar el criterio subjetivo del
servidor aduanero y migrar hacia la aplicación objetiva de las reglas
convencionales, regionales y nacionales en materia de valoración aduanera,
evitándose de esta manera conflictos jurídicos derivados de la interpretación
de las normas procesales y sustanciales vinculados con el procedimiento de
valoración.
4.2.
Clasificación
Arancelaria
Recientemente
el Tribunal Constitucional como supremo intérprete de la Constitución declaró
la nulidad de una sentencia de la Corte Suprema y ordenó a la Sala Superior a
emitir un nuevo pronunciamiento respecto de la clasificación arancelaria del
producto Green Tea, el mismo que tiene un componente medicinal, situación que
no fue adecuadamente valorado por la instancia administrativa y judicial. Por
lo tanto, dichos errores en la valoración de los medios de pruebas ofrecidos
para la asignación de una subpartida nacional pueden ser corregidos con el uso
de la IA.
4.3.
Procedimiento
Contencioso Tributario
Recientemente
el Poder Judicial ha utilizado las ventajas de la IA para emitir un
pronunciamiento con la calidad de cosa juzgada, respecto de un proceso de
alimentos; dicha situación revela la importancia del uso de la IA en el
contexto de la economía digital en los procedimientos cuasi jurisdiccionales y
los procesos judiciales.
En
ese sentido, de existir un conflicto derivado del procedimiento de Valoración
Aduanera y del Procedimiento de Clasificación Arancelaria, el mismo debería ser
resuelto en instancia de reclamación con el uso de la IA, reduciéndose tiempo
en la emisión de la decisión administrativa que resuelve el conflicto entre la
Aduana y el Operador de comercio exterior.
Conclusiones
La
economía digital establece una serie de reglas naturales y positivas que deben
ser aplicadas por los países de América Latina en búsqueda de la eficiencia,
calidad y transparencia del servicio público, donde el uso de las tecnologías
de la información se ha convertido en un imperativo categórico y en especial
para la entidad encargada de controlar el tráfico de mercancías.
En
la actualidad se siguen explorando diversos caminos que nos conduzcan hacia la
Aduana Digital y dentro de muy poco los importadores y exportadores estarán gestionando
de manera directa sus despachos aduaneros utilizando las ventajas de un
smartphone o una Tablet o computador y ubicados en sus cómodas y modernas
oficinas; es decir, estarán realizando procedimientos aduaneros sin barreras de
tiempo y espacio.
La
Aduana Digital es un imperativo categórico y el Estado ha realizado la
producción legislativa necesaria para migrar hacia la plena implementación de
una Aduana sin papeles, donde los procedimientos aduaneros se pueden
desarrollar sin barreras de tiempo y espacio.
Es
necesario el uso de la Inteligencia Artificial en los procedimientos aduaneros
de valoración aduanera y clasificación arancelaria, con el propósito de reducir
los niveles de subjetividad en dichos procedimientos y aplicar criterios
objetivos que subyacen del espíritu de la norma y los criterios
jurisprudenciales producidos por el Poder Judicial, el Tribunal Fiscal y el
Supremo intérprete de la Constitución.
Se
puede vaticinar nuevos escenarios de mayor competitividad para los operadores
de comercio exterior, de mayor desafío en las acciones de control para la
Administración Aduanera, para lo cual es necesario el esfuerzo conjunto del sector
público y sector privado en el cumplimiento del objetivo de tener una Aduana
Digital que administre, recaude, controle, fiscalice y sancione en el marco de
la ley, pero sin afectar el normal desenvolvimiento de las operaciones
logísticas de ingreso y salida de mercancías.
Finalmente,
la economía digital obliga a los actores públicos y privados a realizar
inversiones en Tecnología para poder eliminar las barreras de tiempo y espacio
en los procedimientos aduaneros, con el propósito de contribuir en la dinámica
del comercio exterior y garantizar el libre flujo de las mercancías, para lo
cual se requiere una Aduana que controle pero sin afectar sustancialmente el
libre flujo comercial de mercancías; es decir, una aduana digital con plena
capacidad tecnológica para detectar el fraude aduanero y el tráfico ilícito de
mercancías.
Referencias
Mikuriya,
kunio (2016). “Mensaje de la Organización Mundial de
Aduanas Día Internacional
de la Aduana
2016”. Recuperado de http://www.wcoomd.org/~/media/wco/public/global/pdf/about-us/international-customs-day/2016/wco-sg-message-icd-2016-es.pdf?db=web
Portal
Institucional de la SUNAT.
“Ley General de Aduanas,
su reglamento y
modificatorias”. Recuperado de http://www.sunat.gob.pe/legislacion/aduanera/index.html
Portal Institucional
de la SUNAT.
“Programa Facilitación Aduanera,
Seguridad y Transparencia” (FAST).
Recuperado de http://www.sunat.gob.pe/operatividadaduanera/fast/index.html
Procedimiento
DESPA-PE.00.18 aprobado mediante Resolución de Intendencia Nacional N°
06-2017-SUNAT-310000 de fecha 08.09.2017.
Procedimiento
DESPA-PE.00.18 aprobado mediante Resolución de Intendencia Nacional N°
06-2017-SUNAT-310000 de fecha 08.09.2017.
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