RESUMEN La intención de este artículo, es explicar los conceptos de
comunicación y liderazgo como pilares del método formativo para las
organizaciones educativas. La importancia de la comunicación asertiva es
un reto constante para que los equipos y grupos sean capaces de una
interacción continua y efectiva, siendo parte también de los pilares que
conforman al liderazgo. Estos juegan un papel crucial en la gestión como
un rol fundamental para alcanzar altos estándares de calidad en el
servicio y con ello una mejor formación del ser humano como un individuo
pleno consigo mismo y con su entorno hacia el bien común. El objetivo es mostrar de una manera clara la correlación de estas 2
herramientas y su impacto en la mejora educativa al ser variables que
inciden en el desempeño de este sistema, al ser esenciales para que los
directivos diseñen y desarrollen técnicas de mejora continua y de una
cultura de innovación y aprendizaje. Una educación, por y para el liderazgo, utilizando como base la
comunicación efectiva y concisa, constituye un factor determinante para el
perfeccionamiento de la calidad educativa que incide en la sociedad y que
busca ante todo el desarrollo integral de los individuos. Palabras clave: comunicación, liderazgo, organización, conductas, motivación. RESUMO O objetivo é mostrar com clareza a correlação
destas 2 ferramentas e o seu impacto na melhoria educacional, visto que
são variáveis que afetam o desempenho deste sistema, pois são essenciais
para que os gestores desenhem e desenvolvam técnicas de melhoria contínua
e uma cultura de inovação e aprendizagem . Uma educação, por e para lideranças, tendo como
base uma comunicação eficaz e concisa, constitui um fator determinante
para a melhoria da qualidade educacional que afeta a sociedade e que visa
acima de tudo o desenvolvimento integral das pessoas. Palavras-chave: comunicação, liderança, organização, comportamentos, motivação. La
importancia de la comunicación y liderazgo: herramientas para métodos
efectivos de formación y organización educativa. The
importance of communication and leadership: tools for effective methods of
training and educational organization. A
importância da comunicação e da liderança: ferramentas para métodos
eficazes de formação e organização educacional. ARTÍCULO ORIGINAL Recibido 28 de Setiembre 2021 | Arbitrado y
aceptado 28 de Setiembre 2021 | Publicado en 01 Octubre 2021 ABSTRACT The
intention of this article is to explain the concepts of communication and
leadership as pillars of the training method for educational
organizations. The importance of assertive communication is a constant
challenge for teams and groups to be capable of continuous and effective
interaction, also being part of the pillars that make up leadership. These
play a crucial role in management as a fundamental role to achieve high
standards of quality in service and with it a better training of the human
being as an individual full with himself and with his environment towards
the common good. The
objective is to clearly show the correlation of these 2 tools and their
impact on educational improvement as they are variables that affect the
performance of this system, as they are essential for managers to design
and develop techniques for continuous improvement and a culture of
innovation and learning. An
education, by and for leadership, using effective and concise
communication as a basis, constitutes a determining factor for the
improvement of educational quality that affects society and that seeks
above all the integral development of individuals. Keywords: communication,
leadership, organization, behaviors, motivation.
A intenção deste artigo é explicar os
conceitos de comunicação e liderança como pilares do método de formação
para organizações educacionais. A importância da comunicação assertiva é
um desafio constante para que equipes e grupos sejam capazes de uma interação
contínua e efetiva, também fazendo parte dos pilares que compõem a
liderança. Estes desempenham um papel crucial na gestão, sendo fundamental
para o alcance de elevados padrões de qualidade no serviço prestado e com
isso uma melhor formação do ser humano como pessoa plena consigo mesmo e
com o seu meio para o bem comum.
INTRODUCCIÓN
Desde el origen de los tiempos, los humanos hemos ido evolucionando de la mano
de la innovación y cambios, adaptándose a nuevas reglas con el constante miedo de
perder el control ante los problemas que se presenten durante la curva de
aprendizaje y dominio de estas nuevas prácticas. El mayor problema surge cuando
las propuestas conceptuales de convierten en modismos por los riesgos de la
aplicación del concepto según la conveniencia y preferencia de cada individuo, más
allá de su utilidad social o científica, donde es importante diferenciar de una
moda o tendencia la necesidad real del uso de la comunicación y liderazgo en lo
educativo, como un facilitador (e irónicamente al mismo tiempo) obligado para
la relación innata entre ambos.
El ámbito educativo en pleno siglo XXI se ve afectado por variables
internas y externas que exigen un conjunto de cambios significativos, por la
necesidad latente de responder con éxito a las demandas de la sociedad, por lo
que todas las organizaciones educativas suman sus esfuerzos para mejorar y
lograr una calidad tangible en la formación estudiantil, adaptando conceptos
teóricos con una misma visión: la reestructuración funcional del tipo de
liderazgo que los directores asumen al momento de dirigir las actividades que
desempeñarán los docentes.
La comunicación asertiva se muestra además como un desafío claro para que los
grupos y equipos puedan trabajar de una forma efectiva, ya que, de no ser así,
pueden existir complicaciones dentro de las entidades educativas, usando el
ejemplo previo de la reestructuración funcional, si el personal docente no estuviera
de acuerdo con las propuestas de actividades a ejecutar. Es por ello que la comunicación es un pilar en todo el contexto
educativo. El liderazgo entonces va de la mano para que exista un ecosistema de
integridad, tolerancia y respeto, para apoyar a todos los que forman parte de
la institución para orientar, acompañar y mejorar los procesos del centro educativo,
todos actuando hacia una misma meta o fin.
Si bien no existe una fórmula mágica que nos permita tener una comunicación
y liderazgo completamente efectivo en todo momento, es bien sabido que es un reto
constante que amerita nuestra atención, al igual que la implementación de una implementación
genuina ante los procesos educativos, cuestión que iremos comprendiendo detalladamente
a lo largo de este artículo.
TEMAS Y SUBTEMAS.
LA COMUNICACIÓN.
Podríamos encontrar muchas
definiciones sobre que es la comunicación, pero todas coinciden en que, se
trata de un proceso en el que se produce un cambio modificador para los
involucrados en ella, y que tiene como elementos diferenciadores, un emisor, un
receptor y un canal para transmitirla. Cuando existe la comunicación, los roles
que la conforman pueden intercambiarse entre ellos mismos, lo que conocemos
como retroalimentación, ya que la respuesta ante el primer planteamiento de un
emisor, provoca un agente modificador en el nuevo emisor que anteriormente era
el receptor.
Es entonces cuando la comunicación
educativa es comprendida y se vuelve más fácil de explicar: es una variable que
se produce en un contexto especifico en el ámbito educativo y es una condicionante
de la educación en si misma: sin esta comunicación no puede existir educación y
menos aún, un aprendizaje. He ahí la importancia de la adquisición de
capacidades de comunicación acertadas, como competencia imprescindible de los
docentes, ya que está ligada a la capacidad de los logros educativos de la
sociedad estudiantil.
Berlo (1969) diseñó un modelo
comunicativo que estable en el proceso de la comunicación educativa al docente
y al discente, siendo también involucrados los contenidos y el soporte
educativos, los medios didácticos y los procesos de codificación y
decodificación para una retroalimentación. En este proceso, el docente al ser
el emisor, realiza un proceso mental de codificación de contenido educativo,
creando mensajes transmitibles por medio de un canal directo que desemboca en
el discente, como primer receptor, que realiza su propio proceso mental de
decodificación e interpretación, funcionando como un estímulo para generar un
mensaje de respuesta que puede coincidir o discrepar entre los demás, y que
permite que los roles de emisor del docente y receptor del discente se
intercambien.
Este mecanismo se repite en reiteradas
ocasiones con el único fin de realizar un intercambio reciproco de
conocimientos, procedimientos y actitudes que constituyen la finalidad de la
educación y enseñanza.
Según Mario Kaplún, (1997) existen dos
modos de entender a la educación y el uso de los medios de comunicación en la
enseñanza: el vertical y unidireccional, y el que considera al educando como
sujeto de un proceso en el que se aprende dey con los otros. En el primer caso,
el uso de los medios reproducirá la imposibilidad de una relación dialógica. En
el segundo, ese uso se lo hará en un espacio cuyos protagonistas son verdaderos
interlocutores. (p.4)
La comunicación por sí sola no podría
ser efectiva sin tomar en cuenta a lo que podríamos llamar, fieles
complementos, como asertividad, claridad, empatía y escucha activa. Por su
parte, (Elizondo, 2000) dijo que asertividad es la habilidad de expresar tus
pensamientos, sentimientos y percepciones, de elegir cómo reaccionar y de
hablar por tus derechos cuando es apropiado. Esto con el fin de elevar tu
autoestima y de ayudarte a desarrollar tu autoconfianza para expresar tu
acuerdo o desacuerdo cuando crees que es importante, e, incluso, pedir a otros
un cambio en su comportamiento ofensivo. (p.17)
La claridad nos permite evitar
expresiones poco entendibles o ambiguas y los tecnicismos. Esto va de la mano
con una estructura adecuada del mensaje que quiere darse: ser simple y directo
vale mucho más que dar vueltas y no ser concretos. La empatía para comprender y
saber ponerme en el lugar del otro. Mas allá de ser un valor humano, es algo
vinculado y requerido en cada actividad, en el ámbito educativo, es comprender
a las personas dentro de los recintos estudiantiles y en las aulas, para
acercarnos e identificar qué condiciones pueden significar barreras para que el
aprendizaje y la enseñanza no se logren como es esperado. Por último, pero no
menos importante, la escucha activa, ya que nunca hay que dar por sentado que
lo que se comunica se comprendió en su totalidad, aunque el otro nos diga que
sí. "Si a quien intentamos enseñar fracasa, somos responsables en parte de
ese fracaso".
¿Que es necesario entonces para una
comunicación educativa funcional?
Para lograr que este proceso sea
eficaz y eficiente, debe tener algunos requisitos, que Murga Menoyo 1clasificó
como funcionales.
Enlistó 6 directrices principalmente,
que explicaré a continuación:
1)
Persuasiva: Debe lograr su propósito en función a los
objetivos y las metas. Todas las actitudes y procedimientos deben ser
modificados en base a esto.
2) Motivadora: Debe transmitir dentro la comunicación educativa estímulos que mantengan y capten el interés y atención del alumno, creándole una necesidad y una satisfacción dentro de ella, provocándole siempre la disponibilidad y predisposición a aprender.
3)
Adaptiva: Este diferenciador es el que facilita la
interacción del discente con el medio en el que interactuar mejorando las
conductas que el sujeto lleva a cabo.
4)
Estructurante: La comunicación debe ser capaz de
promover, orientar y facilitar la construcción personal del discente,
permitiendo identificar la estructura jerárquica del conocimiento que se
transmite y su relación con los organizadores, teniendo coherencia externa e
interna, con los componentes de la comunicación y con el resto de elementos que
la conforman.
5)
Facilitadora de inteligibilidad: Adaptar la información
a las circunstancias que permiten su captación por parte del receptor, haciendo
un análisis de los canales utilizados, el reforzamiento de mensajes, el ritmo y
progresión de la comunicación.
6)
Generalizadora: Debe tener la capacidad para provocar
nuevas interconexiones y relaciones que den cabida a la aplicación de los
conocimientos adquiridos a circunstancias reales del entorno.
Por otra parte, no se debe olvidar que es precisamente
la comunicación en clase entre el profesor y el alumno uno de los elementos que
más ayudan al primero a conocer la reacción del segundo ante lo que se expone,
y a perfeccionar sus métodos basándose en la experiencia de los resultados
observados. De ahí que la utilidad y rendimiento para el alumno dependa en gran
medida de que el número de asistente se mantenga dentro de unos límites
razonables, lo que además viene exigido por razones más directas de viabilidad,
audición, comodidad, etc.
Los alumnos durante el aprendizaje, además de participar en los debates, lo que les exige una preparación previa, pueden discutir, consultar bibliografía y cuestionar la información recibida. Algunos autores opinan que el uso de los seminarios es preferible para cursos superiores, donde los alumnos pueden estar científicamente más preparados, sin embargo, la utilización de esta técnica no debe ser privativa de cursos elevados, puesto que es interesante la formación investigadora del alumno desde el principio, junto con otros objetivos como puede ser el desarrollo y mejora de la capacidad de su expresión oral.
EL LIDERAZGO
Ya que hemos comprendido a la comunicación, es tiempo de
adentrarnos a lo que es el liderazgo.
Covey (1998), plantea el concepto de liderazgo centrado
en principios, el cual tiene que ver con la transformación interna del ser
humano, que lo llevará a influenciar a otros a largo plazo. Al complementar el
término de liderazgo con lo educativo, adquiere un sentido formativo y de
proyección en las instituciones escolares. Por tanto, el líder educativo se
convierte en la persona que, con condiciones específicas frente al sentido de
la educación, orienta a la comunidad educativa, como estudiantes, docentes,
padres de familia y personas que manejan procesos educativos, en la búsqueda de
mejorar la calidad educativa, el clima y la cultura organizacional en
crecimiento personal, representada en la formación integral de las
instituciones.
Un líder es la persona que guía e indica el camino que
debe seguirse, que tiene cualidades aprendidas e inherentes, como sus
conocimientos y habilidades, la forma en que se relaciona con los otros para
apoyar y entender a los integrantes denotando su capacidad para tomar
decisiones en tiempos de crisis. Podríamos definirlo como el individuo que
ejerce mayor impacto en proporción a los otras en la dirección de una actividad
en grupo.
Es entonces cuando el liderazgo puede ser catalogado
como un fenómeno que se distribuye por toda la organización, que requiere se
mire más allá de las funciones a las que el equipo directivo está destinado. En
muchas ocasiones los docentes que no están involucrados en el liderazgo
directamente comparten responsabilidades diferentes en las actividades y
programas. Por ello, para comprender que tan complejo puede ser el tema, es
importante tener un profundo conocimiento sobre las modalidades de distribución
y el alcance que tiene. Mirar más allá de los directivos no es igual a no deber
mirarlos también en ellos. En las actividades diarias educativas encontramos de
forma frecuente indicios de la distribución del liderazgo, siendo imperante que
en cierto grato todos en la comunidad educativa tengan cierto rango del mismo y
sean capaces de adaptar modalidades de liderazgo compartido.
El liderazgo educativo promueve de forma sostenible el
emprendimiento no solo de empresas, si no para promover el cambio de los mapas
mentales de la comunidad estudiantil. Un líder educativo sabre transformar la
realidad del entorno de manera innovadora y creativa, denotando siempre
autonomía y desempeñando un papel de notable madurez personal e intelectual,
liderando proyectos con visión, proactividad orientada a logros y al desarrollo
con diferenciadores, para solucionar problemas desde la estrategia del
pensamiento generando impacto en los ámbitos sociales. Posee como referente la
ética, la responsabilidad y el comportamiento ejemplar: una actitud del sentido
de humano con voluntad y con la suficiente madurez para tomar decisiones
propias, que proyectan conciencia y son inteligentes.
Un aspecto fundamental en el liderazgo educativo es
lograr el desarrollo de una plantilla de profesores idónea, con competencias
que le permitan el ejercer con eficacia la tarea docente. Es entonces, trabajar
en uno de los motivadores claves. Este concepto relacionado a lo educativo,
denota la relación con la necesidad de transformación y cambio en el sistema,
como se empodera del valor educativo, sus necesidad y contexto, permitiendo
crear y mejorar los sistemas educativos actuales de la mano con la evolución
tecnológica y los desafíos del desarrollo cultural.
Para poder entender más claramente, el Ministerio de
Educación de Chile, por ejemplo, enlistó las siete practicas del liderazgo
educativo:
1.
Inspirar la necesidad de generar una transformación
2.
Generar una visión orientada al futuro, creando
organizaciones inteligentes con interés en una transformación gradual a nivel
personal e institucional
3.
Comunicar la visión, la acción, el compromiso y el
aprendizaje.
4.
Promover el trabajo en equipo
5.
Brindar orientaciones y desarrollar el espíritu de
logro alimentando las innovaciones
6.
Consolidar los avances en las transformaciones
7.
Actualizar los aprendizajes, para que las
organizaciones y sus elementos también aprendan de esta evolución.
En conclusión, un líder educativo es la persona que
tiene la capacidad de influir en los estudiantes, docentes y administrativos, o
bien, en general la comunidad educativa, para lograr objetivos que la
institución delimite en su filosofía, para generar un valor diferenciador en
sus procesos formativos. Pautt, (2011) plantea una posición interesante sobre
la diferencia entre dirección y liderazgo. Portuondo (2004) cita a Bennis
(1998) que explicaba que los directivos se centran en la gestión administrativa
únicamente mientras que los lideres están enfocados en los cambios, denotando
que el directivo administra, y un líder, innova.
Es claro que las organizaciones educativas requieren
ambos enfoques, pero un directivo requiere imperativamente contar con
cualidades de un líder para orientar exitosamente a la organización.
De igual forma Pautt (2011) asegura que la mera acción
de dirigir, no se lidera, como en los procesos de control, los derechos y
obligaciones que deben cumplirse, son acciones que mediante indicadores se
pueden analizar y que por sí mismas, arrojan resultados.
Un líder educativo debe tener ciertas competencias,
entre las que se encuentran:
1.
Liderazgo centrado en principios: capacidad para
desarrollar e implementar un espíritu de cumplimiento, compromiso y cooperación
con su grupo, para orientar y guiar a los colaboradores hacia el logro de
objetivos, siempre enfatizando el respeto y el sentido humano.
2.
Emprendimiento: tener la capacidad de idear y poner en
marcha soluciones nuevas y diferentes ante situaciones o complicaciones en el
entorno.
3.
Inteligencia emocional: capacidad de sentir, modificar,
controlar y entender los estados de ánimo propios y ajenos.
4.
Orientación al cliente: para satisfacer, resolver y
conocer a detalle con altos estándares de calidad las expectativas y
necesidades presentes y futuras de los discentes y grupos de interés.
5.
Orientación a resultados: para encaminar todas las
acciones y esfuerzos al logro de metas y objetivos.
¿QUÉ SON LOS MÉTODOS FORMATIVOS Y ORGANIZACIONALES?
La dinámica de la sociedad actual ha roto paradigmas de
la organización tradicional para permitir nuevos enfoques inteligentes y con
mayor efectividad, manteniéndose en constante aprendizaje consigo mismas y con
el entorno. Es por ello que ninguna organización, y mucho menos las educativas,
pueden perder la viabilidad del contexto social, por lo que debe existir un
liderazgo anteponiendo las demandas sociales y el desarrollo de los individuos.
Es indispensable generar estrategias que permitan el desarrollo y lineamientos
para gestionar los procesos que se enfrentan diariamente.
Un método, visto desde el básico concepto etimológico es un camino a través del cual se llega a un objetivo. Podríamos comprender entonces que los métodos formativos no son autónomos, si no que coexisten con la existencia de otros, para diseñar un programa de pasos a seguir para lograr objetivos educacionales.
A grandes rasgos y para comprender de una forma sencilla
este concepto, podríamos explicarlo con ejemplos: cuando se presenta una
problemática ante un alumno para que éste lo resuelva con esfuerzo y reflexión,
respetando su libertad de pensamiento y creación, promoviendo que participe y
sea protagonista de su proceso único e irrepetible de aprendizaje, tomando como
directriz la correlación de los temas a estudiar con sus necesidades e
intereses. Es de suma importancia ser organizados durante este proceso, para
permitir que los aprendizajes nuevos recién adquiridos se integren con los
previos, siendo esto posible al personalizar la enseñanza, no cayendo en el
error habitual de minimizar las limitaciones y posibilidades de cada elemento.
Trabajar en equipo debe ser un plan complementario a las actividades
individuales, ya que permiten el desarrollo de un pensamiento crítico y
analítico.
Como bien mencionaban (Michavila y Calvo,1998), para
tales innovaciones docentes se requiere formar a los futuros profesores sin
dejar la adquisición de dichas capacidades a la intuición e imaginación de cada
uno. No se trata de una cuestión voluntarista sino de nuevas exigencias
profesionales. La metodología docente tiende a complementar la formación
tradicional y propone nuevas formas de identificar las necesidades que existen
en el desarrollo y capacitación de competencias, entrelazadas con los aspectos
psicológicos y emocionales que conlleva, para definir procesos individuales y
grupales, de gestión por competencias y orientadas siempre al aprendizaje
continuo.
Podríamos delimitar estos métodos en 4 ramas
principales:
1)
Saber. Conocimientos técnicos que están orientados al
desarrollo y conocimientos sociales orientados a las relaciones
interpersonales, que los aprendices deberán de tener en cada fase del
desarrollo de su proceso y metodología de aprendizaje.
2)
Saber hacer. Tener habilidades que permitan poner en
práctica los conocimientos que ya se tienen:
•
Habilidades emocionales: para el control de sus estados
anímicos
•
Habilidades sociales: para establecimiento de redes
•
Habilidades cognitivas: para un adecuado procesamiento de la información
•
Habilidades técnicas: para desempeñar las tareas y
actividades
•
Habilidades directivas: para el liderazgo de su propio
proceso, individual y grupal.
3)
Saber estar: para que exista una concordancia entre el
que aprende y su entorno organizacional, para detectar cuales son los valores,
actitudes y creencias del sujeto y su capacidad a la adaptación de estos
cambios.
4)
Querer hacer: encontrar que motiva al individuo a
comportarse de una u otra forma, para mostrarle la necesidad y utilidad de
adoptar comportamientos precisos para conseguir resultados exitosos, para que
pueda ser capaz de gestionar su propia motivación con el fin de desarrollar un
comportamiento consciente y exitoso para alcanzar las metas que se estipulen.
5)
Poder hacer. Esto se divide en 2 puntos de vista, el
individual y el situacional. el primero es referente al estudio de las
capacidades personales para llevar a cabo un proceso, que nos permita desplegar
acciones formativas para fortalecer las capacidades carentes o nulas. El
segundo es referente al entendimiento del grafo de favorabilidad del medio,
analizando el entorno educativo para canalizar las ayudas e iniciativas
institucionales en pro del beneficio de la misma organización.
En suma, se trata de cambiar el papel secundario
tradicionalmente atribuido a los métodos de la docencia. Sustentando esta
premisa Pérez Gómez (1981) afirma que el problema de los métodos es, sin duda
de carácter instrumental. Pero instrumental no es sinónimo de secundario.
Lo instrumental es, en cuanto tal, ineludible. Descuidar
la atención de los métodos con la intención de dedicarse a los contenidos es un
falso camino; porque los métodos -sin perder su función instrumental- pueden
impedir, si no son adecuados, la transmisión de cualquier contenido”. A ello
hemos de añadir que los métodos tienen una función básica y primordial en la
configuración de los contenidos, y aún más en el caso de los métodos de
enseñanza.
Para tener de igual forma una estructura más delimitada,
es necesario plasmar los 3 pasos o etapas de este proceso:
•
Preparación
•
Desarrollo
•
Evaluación
En la preparación, es necesario que el profesor tenga en
mente los objetivos generales de lo que se desee lograr, refiriendo
conocimientos básicos, términos nuevos, actitudes habilidades y valores
concretos. Una vez realizado esto, el docente debe seleccionar los contenidos
de acuerdo con las capacidades del alumnado y estructurar la dinámica de
aprendizaje con medios complementarios que sean oportunos.
Laing (1968, 25-27) señala nueve puntos fundamentales para esta
preparación:
•
Conocer a fondo la materia
•
Tener en cuenta el tipo de auditorio
•
Prever para cada lección un comienzo o introducción, un
núcleo y un final
•
Planificar la estructura de modo que ayude a comenzar
por el principio y
•
recorrer los puntos más interesantes.
•
Partir de unas notas básicas. No hace falta, sin
embargo, tener todo escrito
•
No perder de vista que se trata de palabra hablada y no
escrita
•
Tener en cuenta el tiempo que dura la lección magistral
•
Prever las posibles ayudas audiovisuales
•
Recordar, al preparar la clase, que lo que le aburre al
profesor, aburrirá al
•
auditorio.
Además de todos estos puntos mencionados, es muy
importante tener en cuenta la comunicación verbal y no verbal, ya que prestarle
atención exclusivamente al contenido de la clase no tendrá el mismo efecto y
resultado que si se plantea y comunica adecuadamente.
Todo intento para mejorar la efectividad del proceso,
debe considerar 3 ámbitos principalmente:
1.
Relación y expresión. Hacer buen uso del lenguaje común
y técnico cuando es debido, apoyarse de medios didácticos y hacer la
interacción de ambos algo fluido y entendible.
2.
Científico. Debe abastecer las necesidades de los
variados temas, objetividad de la exposición y buena estructura.
3.
Directriz del alumno y de su aprendizaje. Atender e
incentivar su participación activa, con preguntas generadas por el alumno o
bien, hechas hacia él. Esto refuerza la profundización y el interés para
entenderlo y procesarlo.
Para que exista una correcta enseñanza es indispensable
contar con comunicación, para que el alumno asimile con claridad toda la
información y la convierta en solido conocimiento. Es primordial promover el
conocimiento por comprensión y entendimiento, crear la necesidad de seguir
aprendiendo y un ambiente de trabajo colaborativo entre los alumnos y también
reforzar el trabajo individual, permitiéndole a los estudiantes asumir la
responsabilidad y protagonismo de su propio aprendizaje.
¿CÓMO ESTOS ELEMENTOS PUEDEN CONVERTIRSE EN LAS BASES
PARA NUEVAS HERRAMIENTAS EDUCATIVAS?
Para que exista una verdadera calidad educativa, debe
existir una relación estrecha entre el liderazgo y la comunicación, que ya
desde su interacción, coexisten en este ámbito. Según Cano (1998, citado por
García, 2005), uno de los factores fundamentales para el logro de una educación
de calidad es el liderazgo del equipo directivo de la institución. Es necesario
un liderazgo visible de la dirección, un liderazgo eficaz basado en el
compromiso con la calidad, cultura en la que el líder ha de hacer partícipe a
todos los miembros de la comunidad educativa. Por eso, para que esa situación
se cumpla debe haber motivación del alumnado, hábitos y actitudes ante el
trabajo intelectual, actitudes intelectuales, nivel del profesorado, modelo de
enseñanza, trabajo en equipo, clima institucional, lo cual conlleva a la
satisfacción estudiantil.
Así mismo, Cano plantea que se debe cambiar para tener
una preparación académicamente en forma y para ser más eficaces en el logro de
los objetivos como personas, comunidades e instituciones. Además, dice:
No es con excusas, arguyendo falta de condiciones
óptimas, lo que va a mejorar la educación costarricense, sino la actitud
positiva y el liderazgo efectivo de cada uno de nosotros. Los que hemos tenido
la oportunidad de laborar en las aulas de este país allende nuestras fronteras
en zonas urbanas y rurales, en todos los niveles del sistema educativo, sabemos
que nunca vamos a tener esas condiciones óptimas, por eso debemos escudarnos en
este tipo de excusas para negarnos la oportunidad de tener éxito. (p. 17)
Por otra parte, están aspectos como las relaciones
humanas, la escucha, atención de quienes conforman el salón de clases y la
institución en general, fuentes como docente y estudiante, que puedan convivir
y salir adelante. Si en el muchacho que le disparó a una directora hubiera
habido motivación, no hubiera sido capaz de realizar ese acto delictivo porque
hubiese pensado en las consecuencias negativas que esa actitud le traería a él,
a la familia, a la institución, a los compañeros y compañeras y a la directora.
Por consiguiente, en el rol docente se debe trabajar no solo el área de los
conocimientos, las habilidades, las destrezas, las actitudes, sino también
aspectos como la motivación y la comunicación, pilares fundamentales para que
haya buenas relaciones interpersonales no solo en un centro educativo sino
también dentro de la sociedad.
Es aquí donde podríamos definir que el principal
objetivo de la implementación de estos procesos en la docencia es consolidar la
carrera profesional.
Las cuatro etapas del desarrollo de la carrera profesional.
Etapa 1: Depender de otras personas.
En esta etapa, el estudiante acepta sin mayores
problemas ser dirigida por otros. Los que se encuentran en la misma muestran
competencias en un aparte de un proyecto más amplio, pero suelen centrarse en
tareas muy concretas y rutinarias. La mayor parte de las personas pasan por
esta etapa un tiempo limitado. El principal enfoque psicológico de esta etapa
es la dependencia, y durante la misma no ejercen ninguna muestra de liderazgo.
Algunas personas no salen nunca de esta etapa, otras hacen la transición a la
siguiente etapa, pero en ocasiones bien por quedarse anticuados bien por no
poseer las competencias necesarias regresan a esta etapa.
Etapa 2: Contribución independiente.
Consiste en una serie de comportamientos que llevan al
estudiante a asumir responsabilidades en un proyecto de forma autónoma. Esta
persona genera resultados importantes con lo que adquiere mayor conocimiento y
experiencia, junto con un buen prestigio. Es muy importante afianzar en esta
etapa la adquisición de competencias, el desarrollo de experiencia para tener
éxito en la siguiente etapa más que intentar salir rápidamente de la misma sin
alcanzar un nivel competencial adecuado.
Etapa 3: Contribuir a través de otros.
Muchas personas que ostentan el título de director/a no
han llegado a esta etapa, sino que siguen en la segunda, y siguen actuando más
como un componente individual que como un líder de grupo. El comportamiento
específico de esta etapa requiere que el líder desarrolle a los demás, que
represente a la organización ante grupos y organizaciones externas, y construya
redes tanto internas como externas. Producen un impacto organizacional a través
de las enseñanzas y consejos que dan a los demás, a través de asumir la
responsabilidad de un proyecto, y a través de la asunción de una
responsabilidad mucho mayor que la relativa a su propio rendimiento.
Etapa 4: Convertirse en líderes.
Los estudios muestran que sólo el 5% de la población
trabajadora alcanza las funciones de la etapa 4. Esto significa que obviamente
que el 95% de todos los que trabajan en una organización pueden tener una
carrera profesional muy satisfactoria sin llegar a esta cuarta etapa.
Desde el punto de vista de la gestión del cambio
organizacional, Zenger y Folkman indican las competencias que debe tener un
líder para liderar el cambio organizacional:
•
Tiene una capacidad para abanderar el cambio en la
organización.
•
Lidera proyectos o programas logrando el apoyo de los
demás.
•
Muestra una perspectiva estratégica.
•
Sabe que su trabajo tiene relación con la estrategia de
negocio o finalidad de la organización.
•
Traduce la visión y objetivos de la organización en
metas estimulantes e importantes para los demás.
•
Tiene una perspectiva a largo plazo; se puede confiar
en su persona par que equilibre las necesidades de corto con las necesidades a
largo plazo.
•
Conecta el mundo exterior con los equipos internos.
•
Representa a su equipo ante los grupos clave externos
• Ayuda a los demás a comprender que la satisfacción de las necesidades de los usuarios (estudiantes/padres/sociedad/ es básica para la misión y objetivos de la organización.
• Sin duda alguna, todas estas bases trasmutan a pasos acelerados permitiéndonos conocer nuevas técnicas y procesos para la optimización.
CONCLUSIONES
A lo largo de este artículo hemos revisado conceptos,
citado autores y realizado un análisis minucioso acerca de este tema tan interesante
desde lo mas general a lo particular. Comunicarnos acertada y eficazmente,
crear lideres en los diferentes eslabones de las comunidades estudiantiles e
implementar prácticas de provecho para éstas, nos aseguran una transformación
en la forma de aprender y enseñar que desde tiempos milenarios hemos llevado a
cabo como humanos necesitados de entender nuestro entorno y evolucionar.
Las organizaciones educativas tienen un sistema central
de valores compartidos que construyen la estrategia, el sistema y su estructura
sobre bases sólidas sustentadas en su filosofía institucional. Sin embargo, son
las personas quienes la hacen posible con su liderazgo, que otorga poder y
autoridad, y genera más innovación, iniciativa y compromiso. La ética no se ve
como concepto sino como valor compartido cuando se aprende y se vive
éticamente, es decir, es ser ético con principios y valores que constituyen la
cultura organizacional.
En síntesis, el liderazgo educativo se construye en la
relación de todos los elementos expresados hasta ahora y en la interacción del
sentido pedagógico con la innovación y la creatividad de sus líderes y la
cohesión entre la visión de futuro de la organización, teniendo en cuenta el
desarrollo humano y la comunicación eficiente de las personas que la componen.
Se puede concluir que tiene que ver con las personas y
sus comportamientos frente a sus cualidades, características y competencias de
los líderes a nivel individual, lo cual se proyecta en toda la organización
educativa. En consecuencia, las competencias directivas refuerzan el liderazgo
educativo representado en los líderes, y que, por ende, promueven la calidad
educativa y la eficiencia en sus procesos.
La sostenibilidad es fuente del desarrollo educativo, en
cuanto a los factores que influyen en la formación, como es lo social,
económico y ambiental, mediado por la ética, con relación a los principios y
valores. El liderazgo educativo en el sentido de lo humano, trasciende a lo
profesional y genera cultura de la innovación y la creatividad.
“Un buen líder lleva a las personas a donde quieren ir.
Un gran líder las lleva a donde no necesariamente quieren ir, pero deben de
estar.” (Rosalynn Carter)
“El arte de la comunicación es el lenguaje del
liderazgo.” (James Humes)
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